lunes, 25 de octubre de 2010

Quemao

Imaginad que os putean mucho. Imaginad, por ejemplo, que os mandan a trabajar a setenta kilómetros de vuestra casa. Imaginad que tenéis que aguantar todos los días a un niñato de ideas propias y universales al que la vida le ha venido de cara (no digo que a mi no me haya venido, pero al menos me enseñaron a respetar) que gana como unos mil euros más que tú al mes. Total, una nimiez. Imaginad que has discutido con tu jefe administrativo por pedir un suplemento por transporte que te cubra los gastos del gasoil (no hablamos ya de los del coche porque esos no los cubre ni el espíritu santo). Imaginad que tu jefe administrativo te dice que lo que hay es lo que es y que si quieres bien y si no a por pan duro, imaginad que tu delegado te mira regular por haber pedido algo que consideras tuyo, imaginad que el niñato te hace ver las cosas desde su punto de vista. Hay que estar agradecido, hay que saber valorar lo que tienes, has de saber que han confiado en ti. En eso estaba, en valorar lo positivo de que una empresa confíe en tus capacidades para que les gestiones una obra en el culo del mundo. Y cuando más convencido estaba de que había tenido hasta suerte escucho al jefe de grupo diciéndole al niñato que le van a pagar doscientos cincuenta euros mensuales en compensación por el gasto de gasoil. Imaginadlo ¿Vosotros cómo estaríais? Porque yo estoy QUEMAO.

martes, 19 de octubre de 2010

El síndrome del madridista

Suele ocurrir, y muy a menudo, que el éxito se sube a la cabeza. Les suele ocurrir a los aficionados del Real Madrid, mucho más a menudo aún, que la costumbre se convierte en soberbia y la soberbia en ceguera. "No hay peor ciego que el que no quiere ver", dijo un sabio. Es por eso que, cuando vienen buenas todo es alegría y alborozo, todo es humillación y egocentrismo, todo es blanco y el si llueve no es culpa de ellos. Pero cuando vienen malas todo es descrédito y malicia, todo es culpa del árbitro, siempre será mejor su pasado y, en las peores situaciones, "a mí no me gusta el fútbol". Al representante del éxito le cuesta un mundo mirar más hacia allá de su ombligo.

Algo parecido le está ocurriendo al presidente del gobierno. Más centrado en idealizarse que en gobernar, sigue observando, cada vez con mayor ceguera, la paja en el ojo ajeno antes que la viga en el propio. Cuánto más actúa políticamente como un madridista, más opciones de victoria le da a la oposición. Así es fácil, el PP ganará por inercia, no por méritos propios. Zapatero se está comportando como el aficionado soberbio que antes de un partido ya sabe que le marcará media docena de goles al equipo rival. A un equipo del que ni siquiera conoce su historia. "Estarán otros cuatro años en la oposición", dijo el sábado en león. Baja del burro, amigo, quizá si lo haces a tiempo no te dolerá tanto la caída.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Pregunta existencial

¿Cómo decirle a alguien que tiene los ojos cerrados que no está ciego si no que solamente tiene que abrir los párpados? ¿Cómo decirle a alguien que aprecias que se está equivocando sin hacerle daño? ¿Cómo advertir a alguien que está en lo más alto de sus emociones que la caída puede ser terrible? ¿Cómo hablar?

miércoles, 6 de octubre de 2010

A tomar por culo

Allí es donde estoy yo. A tomar por culo. A tomar por culo de mi casa, de mis ganas y de mis sueños. A sesenta kilómetros de mi casa y pensando en los sesenta de vuelta. A cuarenta minutos por la mañana y a rezar por la tarde. A madrugón a pelo, sin cinco minutos de cortesía ni salgo más tarde porque por un día no pasa nada. Muy lejos. Muy desanimado. Muy desactivado. Muy obligado por las putas circunstancias.