lunes, 18 de noviembre de 2024

El cetro de Ottokar


Me convertí en un fan incondicional de las aventuras de Tintín el día que abrireron la primera biblioteca pública en mi barrio. Los niños de entonces, sin los entretimientos caseros de hoy en día, buscábamos nuestros sueños en aventuras escritas con letras de pasión. Tintín era un joven reportero que, acompañado de su perro, indagaba en los misterios que iban ocurriendo a lo largo del planeta. Y en aquella época éramos muchos los niños que queríamos ser como Tintín.


En la aventura detallada en "El cetro de Ottokar", Tintín viaja a Syldavia al enterarse de la noticia de que el cetro del rey será robado con el fin de que el país se anexione a Borduria. Con una trama magníficamente relatada, Hergé juega con la historia y pone nombres encriptados a Hitler, Alemania y Polonia. Como siempre, nuestro amigo Tintín, gracias a sus pesquisas, consigue desentramar el plan y, con ello, la paz para Syldavia.

viernes, 25 de octubre de 2024

La erótica del poder

La erótica del poder se define como esa atracción ajena ante alguien en una situación decisoria, ese poder de atracción que ejerce el tipo, generalmente un hombre, sobre una persona y que suele oscilar entre la admiración y el deseo sin tener que ser complementarios necesariamente. No existiría ningún problema si dos personas adultas se acuestan previo acuerdo y consentimiento, sí ocurre, al contrario, si, pese al acuerdo y el consentimiento, el acto se convierte en un relato de humillación, maltrato y abuso de la situación. Eso es asqueroso y merece escarnio y castigo. Cierra y no vuelvas, Íñigo.

miércoles, 2 de octubre de 2024

Aurelio

- ¿Qué quieres?

Te lo preguntaba así, de forma seria, sin mudar el semblante, mientras permanecía en el umbral de su casa con la puerta abierta. Y él sabía lo que querías y seguidamente te decía "anda, pasa" y te daba una collejita cariñosa cuando pasabas a su lado en busca de un lugar libre en el salón. Porque el Segundo C era la casa de todos.

Aurelio era el anfitrión de todos los niños que queríamos ver el partido del domingo en el Canal Plus. Daba igual Aleti, que Madrid, que Barça, el Plus era la novedad, el fútbol era nuestra pasión y Aurelio nos acogía a todos de buena gana, aunque siempre tuviese esa seriedad impostada para no perder la esencia del personaje.

En aquel salón lleno de humo de tabaco y voces de niños y padres, cantamos goles, bingos y algún cumpleaños feliz. Las fiestas en el Segundo C llegaban hasta el pasillo del portal, en el que los más pequeños jugaban a las carreras mientras los mayores brindaban con una copa de whisky DYC.

Carlos y Marcos fueron los primeros en tener un ordenador y los pioneros en tener una Nintendo y allí acudíamos todos a pasarnos el Mario Bross o a ganar una Copa de Europa con el Atleti en el PC Fútbol. Al final Aurelio se ha ido sin ver la Copa de Europa, pero ha visto a su Atleti en lo más alto y a su Getafe en Primera. Tampoco pedía mucho más, pero si podía, te lo daba todo.

Y cuando llegaba la hora de descansar y sabía que tenía que librarse de todos aquellos mocosos, abría la puerta y nos decía:

- ¡Qué pasa! ¿Que no tenéis casa?

Y al día siguiente, sabiendo que nos iba a abrir de nuevo la puerta, volvíamos a llamar.

- ¿Qué quieres? - Decía.

Y vuelta a empezar.

Queremos recordarte y que descanses en paz, Aurelio.

Gracias por tantos momentos.

jueves, 12 de septiembre de 2024

Bill Russell



Hubo un tiempo en el que un tipo engordaba las estadísticas mientras que otro engordaba el palmarés. En una época en la que ser deportista de élite en Estados Unidos siendo negro era una profesión de riesgo, Wilt Chamberlain y Bill Russell se prometieron rivalidad eterna e hicieron saltar chispas en cada enfrentamiento. Wilt siempre metía más puntos, pero Bill ganaba siempre sus partidos. Y es que los elegidos lo son porque cuando llegan los grandes momentos no aparecen sombras sino realidades. La leyenda de Bill Russell aún cuelga de su camiseta inmortalizada en el Boston Garden. Aquel equipo, hoy de nuevo campeón, aprendió a ganar en una década mágica en la que no dejaron que nadie les tosiera y la que su pivot era el tipo que dominaba los tiempos, los espacios y los campeonatos.

viernes, 23 de agosto de 2024

Club Estado

A menudo solemos escuchar cantos de insatisfacción desde púlpitos de saciedad exclamando protestas ante la posibilidad de encontrar un rival en el camino o una piedra en el sendero y tratamos de discutir en balde contra aquellos tarugos de la incomprensión que dicen que Guardiola dispara con balas de cañón, que el PSG juega con la ventaja de los petrodólares o que otros equipos, que siguen sin deponer las armas, cuentan con el apoyo de un estado saudí tras su gestión lo que dan a denominar como Club Estado de una manera cruenta e indescriptiva con la intención de hacer saber que las victorias de su equipo, el único que debe haber en el mundo, están sulfatadas de heroicidad y admiración porque ya sabemos que están sólos contra todos y que no hay más ciego que el que no quiere ver y, sobre todo, el que no quiere escuchar la verdad del barquero.

Y la verdad es que el Real Madrid saldó su deuda gracias a una inyección de dinero proveniente de una recalificación ilegal aprobada por el Ayuntamiento del Madrid en connivencia con el gobierno de España, que su presidente, cabeza invisible en cada caso de corrupción, se ha lucrado a nuestra costa después de desastres como el Castor o las ruinosas autopistas, que consiguió un crédito multimillonario de Caja Madrid cuando miles de ancianos perdían sus ahorros por maniobras ilícitas de una entidad que aseguró haber quebrado, que ha recibido decenas de créditos ICO a un interés irrisorio cuando estos deberían estar destinados a fines menos lucrativos en lo general y más productivos en lo particular, que ha conseguido que la Comunidad de Madrid diseñe a una política fiscal a medida de sus millonarios fichajes, que ha logrado, así a dedo y por seis milloncitos de nada, un terreno para un parking que el consistorio de Madrid había tasado en quinientos millones, que se pasa por el forro las normativas de ruido teniendo a los ediles públicos dispuestos a recurrir sentencias, que cuenta con la connivencia de los medios de comunicación, los estatutos deportivos y los comités de arbitraje, que se puede permitir negocios con aquellos países del petróleo cuya inyección en rivales tanto critica sin la necesidad de llamarlo palancas y que, sobre todo, saca pecho por una gestión intachable cuando la realidad es que, sin un estado detrás, no hubiese logrado ni la mitad de lo celebrado.

Y todavía se atreven a decir que otros son los clubes estado.

lunes, 22 de julio de 2024

La Lili

El dicho de de buena es tonta se le ajusta a la perfección, pero no es tonta por su capacidad intelectual ya que es lista e ingeniosa, sino tonta porque por no hacerle un mal a nadie se lo termina haciendo a sí misma. Si la empatía tuviese imagen en el diccionario sería su cara y si la bondad recrease a una persona para mostrar su ley, sería ella la elegida. Siempre anda con la pena hacia los demás y es un trozo de pan sin miramientos ajenos. Ella es mi cuñada, es una de las mejores personas que conozco y mientras lo siga pasando mal ahí estaremos nosotros para ser siempre su tabla de salvación. No se merece otra cosa.

lunes, 17 de junio de 2024

Poner en tela de jucio

El Imperio Romano concibió los primeros grandes proyectos de Estado tal y como hoy los conocemos. Su ingeniería y arquitectura aún inspira a muchos de los proyectos actuales, pero por si algo se distinguieron del resto de imperios anteriores fue por el dictado de sus leyes. El derecho romano puso la primera piedra a lo que más tarde se terminaría convirtiendo en las particulares judicaturas nacionales.


El sistema romano impuso los juicios de la manera como hoy los conocemos. Quizá no con tanta sofisticación ni oportunidades de defensa para el acusado, pero al menos se reunían, daban oportunidad a las partes y dictaban sentencia. Pero los juicios no eran sino la última fase de una serie de pesquisas que comenzaban con la negociación en la empalizada.

La empalizada no era otra cosa que un lugar cerrado donde se discutían los asuntos que eran susceptibles de ir a juicio. Aquella empalizada, derivado su nombre al romano, se conocía como "tela". Era por ellos que se decía que los casos estaban en la tela. De ahí saldrían los pleitos que se resolverían mediante juicio o los que derivarían directamente en una sanción sin proceso previo.

Es por ello, que desde entonces, decimos, cuando nos cuentan algo que no terminamos de creernos, por inverosímil o por incoherente, que preferimos ponerlo "en tela de juicio", es decir, preferimos verificar los hechos, contrastar los sucesos y si averiguamos que es cierto, entonces darle la calidad de real.

miércoles, 22 de mayo de 2024

El barro

El barro es un manto negruzco que salpica los zapatos y te hace caminar incómodo, es una barricada en territorio enemigo que te impide expresar sin ser censurado, es una montaña imposible de asaltar sin verte engullido por sus arenas movedizas, es un camino sin estrellas en cuya línea de meta está escrito tu nombre y tu esquela. Porque en el barro se mueven los poderosos, los altaneros, los adláteres y los interesados. Y es que el barro es el lugar en el que se revuelcan los cerdos y en el que la dignidad se queda en una anécdota a la hora de comer. La máquina de barro no va a parar de producir mierda por más que el presidente amague y los productores no van a desenchufar el aparato por más que la sensatez les suplique un poco de árnica. Difama, que algo queda.

martes, 30 de abril de 2024

La tensión

Los sofocos, los suspiros, los partidos del Atleti, los cierres exprés, los cabreos por nada y hasta los que tienen motivo, todo hace que la tensión me suba y, a veces, me duela también la cabeza, otras veces mucho, como ayer, y me asusto. Así que, Pablo, relájate y deja que las cosas pasen como pasen, si no dependen de ti, con más motivo y si dependen de ti, pues tómalo como un aprendizaje para no repetir errores ¿Aprenderé a ser zen y contar siempre hasta diez? Pues conociéndome, quizá no, pero por mi salud, más vale que sí.

martes, 23 de abril de 2024

La fuente

Todos hemos bebido alguna vez de la fuente del parque. A pesar de las advertencias de nuestras madres, reprochando a menudo nuestro abocicamiento sobre el caño metálico. "¡No chupéis!", nos gritaban. "¡Ahí beben los perros directamente del grifo!", nos decían. Pero a nosotros aquellas historias de animales sedientos nos traían sin cuidado. Después de un partido de fútbol de dos horas y con el sol de verano pegando en las costillas, era inevitable que, sudorosos y sedientos, nos acercásemos a la fuente para bebernos casi un río.


Son pocos los parques en los que sobrevive el modelo clásico. Pila de color verde, con forma de botella de Coca-cola y coronada por una forma pirámide circular. En algunas había que ser un chico fuerte para apretar el botón y que el agua saltase como si le hubiese pillado de sorpresa. El truco consistía en saber dejar apretado el botón mientras te abocicabas en busca del torrente. Si el botón era demasiado duro, la mano cedía y entonces te las tenías que buscar para apagar la sed con pequeños chorritos.