Madrugar, hacer veintisiete kilómetros, perderte en un campus, encontrar la facultad, inmiscuírse entre dos millares de personas, caminar dos kilómetros de ida y dos de vuelta para comprar un periódico, leer el periódico y salir de regreso a Getafe, todo eso en cuatro horas y media.
No me diréis que no fue movidita nuestra mañana de ayer. Bien se sabe que todo esfuerzo merece la pena si los frutos obtenidos son consecuencia del mismo. Así que no me quejaré y despediré este post deseándole a Sagrario toda la suerte del mundo.
Te la mereces.
1 comentario:
Pues si, una locura y un nerviosismo total, la gente que va trankila viendo ese ambiente...se pone atacá de los nervios...
En fin, fuimos, hicimos el examen y nos vinimos a cañear, a siestear y trabajar. Al día siguiente los resultados, 6,6, que bien he aprobado pero me he quedado sin plaza. Honor salvado.
Besotes
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