Hay una mano que mece mi cuna. Hay una mano severa, de dedos firmes y nudillos angulosos que agarra el cordel y tira, y mi mundo se tambalea, y mis planes se desbaratan, y mis sueños se desmoronan. Hay una mano que dicta mis movimientos, que me obliga a tomar decisiones no deseadas, que me adelanta la hora del despertador, que me quiere dejar sin vida y me quiere robar los besos de mi hijo. Hay una mano con nombre de empresa que me da el doble de trabajo, al doble de distancia y por el mismo sueldo, y encima les tengo que dar las gracias. La crisis, lo llaman, abaratamiento de costes. Y la mano que mece mi cuna a punto está de lanzarme al vacío.
Naturalidad
Hace 1 semana
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