Entiendo eso que llaman la pereza del escritor. Esa sensación de angustia ante la hoja en blanco, esa indomable sensación de no querer escribir nada y obligarte a enseñarte a imaginar. Entiendo la rabia ante la ausencia de inspiración y por más que Picasso dijese que prefería que las musas le pillasen trabajando, cuesta mucho ponerse a escribir algo cuando realmente lo pasas mal mientras rellenas líneas que, en muchas ocasiones, no sabes si tienen algún sentido. Peor aún es saber que las líneas no gustarán a nadie. O peor es saber que no te agradarán ni a tí mismo.
Entiendo la pereza del escritor desde un punto de vista aficionado. Yo solo soy editor de mis propios textos y estos son pocos e imprecisos. Con ello, me genera angustia el folio en blanco. Ello sin exigencia alguna. Puedo entender, pues, la sensación de presión que puede llegar a sentir un escritor con contrato en firme y novela fijada para una fecha.
Lo puedo entender todo pero... George R.R. Martin... ¡Ponte a escribir de una puñetera vez!
Entiendo la pereza del escritor desde un punto de vista aficionado. Yo solo soy editor de mis propios textos y estos son pocos e imprecisos. Con ello, me genera angustia el folio en blanco. Ello sin exigencia alguna. Puedo entender, pues, la sensación de presión que puede llegar a sentir un escritor con contrato en firme y novela fijada para una fecha.
Lo puedo entender todo pero... George R.R. Martin... ¡Ponte a escribir de una puñetera vez!
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