jueves, 16 de mayo de 2019

Jonah Lomu

Cuando la naturaleza te dota de unas cualidades físicas extraordinarias solamente puedes elegir un camino, el que conduce hacia el éxito. El rugby, jamás vio un portento igual a Jonah Lomu y, probablemente, jamás lo volverá a ver. Aupado a los altares por la naturaleza, fue la propia naturaleza la encargada de terminar con su carrera. Una afección en el riñón le convirtió en humano y, cuando se rebajo al nivel de los demás, no dejó de ser un buen jugador más. Pero para la historia, y la memoria, quedarán aquellas carreras en las que los rivales parecían transparentes, simples moscas molestas en su camino a la gloria. 

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