Viriato fue el general lusitano que encabezó la rebelión contra Roma
cuando esta intentó conquistar Hispania en el siglo III A.C. en el marco
de la segunda guerra púnica. Después de varias victorias sonadas y tras
haber capturado, y perdonado la vida a cambio de paz, al jefe militar
Fabio Máximo Serviliano, fue traicionado por sus discípulos Audax,
Ditalcos y Minuros quienes aceptaron oro a cambio de asesinar a su
general mientras dormía. Una vez realizado el trabajo y con las manos
manchadas de la sangre de Viriato, fueron a reclamar su recompensa a
Quinto Servilio Cepión, nuevo jefe militar romano en la zona y hermano
del derrotado Serviliano y este les recibió con lanzas y con una frase
que era una declaración de intenciones de los valores del imperio. "Roma
traditoribus non premiat", o lo que es lo mismo, "Roma no paga
traidores". De esta manera, Viriato fue incinerado en loor de multitudes
y sus asesinos fueron enviados al patíbulo condenados por traición. Así
pagaron la muerte de un héroe y la paz de un imperio.
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Hace 2 días
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