viernes, 23 de noviembre de 2018

Había una vez un congreso de los diputados

Había una vez, un circo que cabreaba siempre al ciudadano. Lleno de impresentables, un mundo de reproches pleno de demagogia y poca educación. Había una vez, un circo que avergonzaba siempre al ciudadano. Sin temer jamás al voto o a la frustración el circo daba siempre su función. Siempre vejar, siempre reprochar, pasen a ver el circo. Otro político, otro "y tú también", pasen a ver el circo. Es deleznable, es vergonzante, pasen a ver el circo. Ellos felices al conseguir a un ignorante hacer feliz. Había una vez un circo que alegraba cabreaba siempre al ciudadano, que avergonzaba siempre al ciudadano.

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