lunes, 31 de enero de 2011

Zapatero a tus zapatos

Pese a que el título del post pueda sugerir lo contrario, no voy a hacerle crítica alguna al presidente del Gobierno si no que me la voy a hacer a mí mismo. Es legendaria mi torpeza para los trabajos manuales, para el bricolaje y para todos esos arreglos caseros que deben ser línea intachable del currículum de cualquier padre de familia que se precie.

En mi última aventura sobre el arreglo casero, me decidí a desatascar el desagüe de mi ducha puesto que en el mismo había una especie de válvula que impedía que los pelos se marcharan por las tuberías. Debido a ello, los pelos de Sagrario se habían ido acumulando sobre la válvula lo que provocaba que el tapón no tragase con suficiencia y las duchas se convirtiesen en un pequeño baño para los pies.

Debió resultar tal mi torpeza que al sacar el tapón saqué la goma de conexión y, cuando creía que los problemas habían desaparecido y el atasco era ya una anécdota pasada, sonó el timbre para ponerme los pies en el mundo real. Chavalote, tú no vales para esto. Le acababa de inundar el baño a mi vecino del primero. Total, llamada al seguro, arreglo por parte de un profesional y la cara colorada por la vergüenza.

Zapatero a tus zapatos.

lunes, 24 de enero de 2011

Sed de urnas

Hacer las cosas tan rematadamente mal suele tener consecuencias, y en política, la principal es la que implica salir derrotado en las elecciones.

Nunca creí, sinceramente, que la culpa exclusiva de la crisis fuese del gobierno de Zapatero. Se cometieron muchos excesos en la época anterior y él no supo parar a tiempo el aire que entraba en el globo y terminó por reventarle en las narices.

Desde que comenzó la crisis hasta hoy, el gobierno ha ido tomando medidas a destiempo y con sacamuelas, unas veces obligado por la Unión Europea y otras veces por Estados Unidos. Finalmente, y en un giro inusual hacia la derecha, terminó por tirar a la basura todas sus promesas de creación de ayudas sociales para subir los impuestos y ahogar el bienestar social.

Lo peor de todo es que le hizo el trabajo sucio a la oposición. Ésta, viendo como se va a pique el barco del PSOE, se desmarca como las ratas que son las primeras en salir hacia cubierta. "Pío, pío que yo no he sido", pero de las medidas tomadas, pocas se van a cambiar. Les interesan las medidas, les interesa la situación y les interesa la opinión pública. Las encuestas le dan hasta veinte puntos de ventaja, toda una barbaridad. Es por eso que no quieren esperar más y suplican elección anticipadas achacando que España tiene sed de urnas. No señores, lo que ustedes tienen es una terrible sed de poder.

domingo, 9 de enero de 2011

Sus primeros Reyes

Existen momentos en la vida de cada persona que se van grabando a fuego como bonitos recuerdos promovidos por la tierna inocencia infantil. Pablo aún no tiene consciencia real de lo que ocurre a su alrededor, aunque basta disfrutar de su sonrisa para darse cuenta de que es un niño feliz. Con el interés de que siga siéndolo durante el resto de su vida, nosotros, sus padres, y el resto de la familia, nos hemos volcado para hacer de sus primeros Reyes Magos un día especial. Pasará el tiempo y no recordará este día, pero cuando vaya reconociendo sus juguetes irá aprendiendo que son sus primeros regalos de Reyes y el fruto de un amor que nunca perecerá.

martes, 4 de enero de 2011

Año nuevo ¿Vida nueva?

Siempre que empezamos un año bajamos a los infiernos para rescatar todo lo malo que nos ha dejado el año anterior para pedir, uvas mediante, doce deseos que terminen por aniquilar las malas experiencias. Es tanta el ansia por olvidar que nos olvidamos de recordar. Para este año a mí me gustaría adelgazar otros nueve kilos, cambiar de trabajo y que me toque la lotería ¿Por qué no? Puestos a pedir. Pero viendo como veo que me sigo considerando un tipo en óptima forma mental, que estoy pasando la crisis trabajando, que tengo una mujer maravillosa y que tengo un niño que para mí es el mejor ¿Puedo verme con derecho a pedir más? Por si acaso a los infiernos les da por secuestrarme las ansias diré aquello de "virgencita, virgencita, que me quede como estoy".