jueves, 31 de enero de 2019

La vida pasa

La vida es aquello que pasa mientras haces otro planes. Esta frase de John Lennon detalla a la perfección que somos materia pero que, sobre todo, somos sueños y tiempo incumplido. Ponemos objetivos a largo plazo sin pensar en que quizá, hoy, sea nuestro último día. Nadie se para a imaginar la inmediatez porque preferimos ser soñadores antes que neuróticos. Es legible, desde luego, y normal. Estamos hechos de planes y, mientras tanto, con su casualidades y sus causalidades, la vida va pasando a nuestro alrededor.

lunes, 28 de enero de 2019

La delgada línea

He intentado informarme todo lo posible sobre la situación real de Venezuela y sigo estando confuso. Mi conclusión es que el país está en manos de un megalómano pagado de sí mismo. Un tipo que no cuenta con el respaldo de la mayoría y que vive bajo la alargada sombra de su antecesor. Gran parte de Venezuela es chavista, es a su querido comandante a quien profesan fe y honra. Pero Maduro, el tipo que se creyó un país en sí mismo, ni ha sabido seguir la línea férrea de Chaves en política internacional ni ha sabido seguir la línea suave en política nacional. El resultado es un descalzaperros de proporciones evidentes. Caos, protestas y una sobreactuación mal entendida cada vez que el presidente sale a dar sus peculiares discursos.

No voy a aventurarme a decir que Venezuela necesita un cambio de gobierno. No voy a caer en los extremos; ni a los que defienden a Maduro ni a los que lo odian; puede parecerme un dictadorzuelo, pero bien es cierto que el presidente de la Asamblea, ese que se ha autoproclamado presidente, lo eligieron mediante elecciones democráticas. O se cuenta todo o no se cuenta nada.

Analizado todo, y en espera de una resolución democrática, estamos todos a punto de cruzar una delgada línea roja muy peligrosa: la de dar legitimidad a un golpe de estado. Puede ser Guaidó el tipo más demócrata del mundo, lo desconozco, pero la manera a la que ha llegado al poder, o a la que, al menos, se ha autoproclamado líder, ha sido un golpe de estado en toda regla. Si empezamos a legitimar actos antidemocráticos caeremos en el error de creer que los presidentes no se eligen sino que se imponen.

martes, 22 de enero de 2019

Ronaldo




Vivir a mil por hora implica jugar a mil por hora, jugar a mil por hora necesita de una precisión absoluta, la precisió nace de la concentración y la concentración no existe sin la voluntad. El tipo que amagaba a los porteros y burlaba a los defensas fue el tipo que se reinventó el día que le dijeron que su rodilla no volvería a ser la misma. Espació las arrancadas, dosificó los esfuerzos y regresó a la élite, porque los buenos, los de verdad, no se resignan nunca. El silencio, dicen, es para los mediocres.

viernes, 18 de enero de 2019

Regeneración

Regenerarse es un proceso complejo. La vida es tan ciclotímica que te devuelve lo que le das; ya sea positivo, ya sea negativo. Errar es de humanos, igual que lo es acertar y no saber valorar el acierto. Nos regimos por circunstancias y pedimos al mundo que nos entienda, el problema, generalmente, es que son muchas las ocasiones en que tan sólo nosotros podemos entendernos. Y algunas veces ni eso.

Es normal que nos acechen las dudas y es normal que lleguemos a replantearnos mil situaciones. El agua pasada no mueve molino, pero hay aguas futuras a las que tenemos tanto miedo que preferimos huir antes que afrontar el tsunami. Y aunque sepamos que, quizá, terminemos bañándonos en lagos placenteros y descubramos nuevas formas de disfrutar del agua, preferimos guardar el bañador y arroparnos porque le tememos al frío. Y al calor de nuestras decisiones discurrimos con nosotros mismos ¿He acertado, he fallado?

El acierto nos conduce a la satisfacción y el fallo nos conduce al lamento. El problema es cuando, al creer que hemos acertado, hemos alterado los acontecimientos de manera que nuestra decisión ha afectado negativamente a otras personas que te importan. Entonces volvemos al fallo. O volvemos a la indecisión, o a la decisión errónea que, a falta de acierto, también nos reconduce al error. Y entonces ¿Nos lamentamos? Puedes hacerlo y sumirte en un mar de lágrimas. Merecerse un castigo es la sentencia que nos da la vida por jugar con las decisiones, porque estas siempre afectan a un tercerlo. O puedes no lamentarte y, aunque seas consciente de tus errores, intentar regenerarte. Y toda regeneración requiere, claro está, de tiempo y ganas. Huir hacia adelante para no poder mirar atrás.

jueves, 17 de enero de 2019

Julen

La angustia es el lugar donde se concentra la incertidumbre, donde nacen los instintos primarios, donde la paz duerme y la guerra acecha, donde el viento no encuentra cobijo ni el sol encuentra visera. La duda es el lugar donde viven las posibilidades, pero también donde mueren las probabilidades, es el útero de la intranquilidad, la colcha con la que se arropa la mentira, porque el descocimiento es desazón y la desazón es tormento. El cariño es la mano firme que roza la estructura del alma, es el lugar donde acomodamos el ego, el barco que nos lleva por un mar en calma, nos dejamos arrastrar por un sueño calmado y nos invitamos a precedernos ante la inseguridad. La desesperación es un llanto ahogado en una noche sin luz, una sombra en el alma que apaga los vestigios de la esperanza, una garganta rajada, una voz quebrada, un llanto seco en unos ojos inundados. Hay angustia, hay duda, hay cariño, hay desesperación, pero sigue sin estar Julen.

miércoles, 16 de enero de 2019

Salvarse por los pelos

En 1809, José I Bonaparte dictó una Real Orden por la cual todos los miembros de los cuerpos de marina, por razones de higiene, debían lucir pelo corto. Aquella ordenanza tuvo muy mala acogida por parte de los marineros quienes, delegando en los almirantes de la armada Manuel Calderón y Manuel Morales, enviaron una carta al consorte que causó su efecto y terminó derogando la norma.
El motivo de la protesta fue que, durante muchos siglos, los marineros utilizaron su pelo largo como un instrumento para salvar sus vidas. Esto era así porque jamás se solicitó como condición fundamental para embarcar la de saber nadar. De esta manera, muchos de los marineros, piratas o mercaderes, caían al agua en el ejercicio de sus maniobras y eran agarrados, por sus compañeros, de los pelos, para evitar que se hundieran. Así fue como las largas melenas salvaron muchas vidas.
A día de hoy, la expresión "salvarse por los pelos", se ha extrapolado de manera que la utilizamos siempre que nos salvamos, in extremis, de un peligro o de una acción incómoda, al igual que se salvaban los marineros de la muerte gracias a sus pelos largos.

martes, 15 de enero de 2019

Reyes Magos

Existen anécdotas familiares que, por trascender al tiempo, merece la pena recordar. No soy mucho de contar mis peripecias con pelos y señales; me gusta hacer reseñas, saber por donde me muevo y tener recordatorios de momentos puntuales. Porque la nostalgia tiene siempre ese punto de emoción que gusta de reencontrar un atisbo del pasado.

Mis hijos son un par de trastos. No más que otros, claro está, pero están en esa época de hiperactividad en la que no saben estar quietos y les cuesta aceptar ciertas normativas. En el trabajo de ser padre está implícita una alta dosis de paciencia y un alto grado de comunicación. Sin ellos, el chiringuito se viene abajo.

A lo que íbamos, que el santo viaja al cielo y el pergamino se enrolla. Vistos los antecendentes de desobediencias e incorrecciones varias, decidí darles un sustito el día de Reyes. Lo planifiqué todo bien; les dejaría el carbón como único regalo junto a los zapatos y, junto a la bandeja de dulces y leche, una escueta nota con una pequeña reprimenda. Aquella nota incluiría, además, una primera pista desde la que tendrían que buscar más notas, adheridas a regalos escondidos, por el resto de la casa.

Huelga decir que el susto y la decepción que se llevaron fueron morrocotudos. Iban ellos con toda su ilusión y se encontraron carbón. Durante más de medio minuto hubo un tremendo enfado y un conato de lágrima. Hasta que descubrieron la nota y se pusieron a buscar. Una pista, otra, un regalo, otro y otro. Así hasta que al final terminaron decepcionados no porque no hubiese más regalos, sino porque no había más pistas.

Tan grande fue el éxito posterior a la decepción que, antes de ponerse a abrir los regalos, dijeron que, el próximo año, le iban a pedir a los Reyes en su carta que les dejasen los regalos escondidos con muchas pistas por la casa. Haber cómo se las ingenia este Rey ahora.

jueves, 10 de enero de 2019

La careta

Nos quieren pintar de rosa el verde y el azul de magenta, darnos baños de purpurina y dibujar una mentira encima de la realidad. Nos quieren hacer creer que la Constitución es un libro de hojas mojadas cuyo rescate a la carta depende de los intereses propios, nunca los comunes. Nos quieren convencer con mentiras que no se creen ni ellos mismos. Viven, de cara a la sociedad, en un carnaval perpétuo porque interpretan a la perfección su papel de vigía de occidente. Salvapatrias de cartón piedra que, cuando ven la oreja del lobo, terminan siempre quitándose la careta. Andalucía necesitaba un cambio, pero ¿A qué precio?

lunes, 7 de enero de 2019

Ravioli

La principal consecuencia de que en nuestra época solamente existiesen dos canales de televisor es que al final te veías obligado a ver todo lo que emitiesen. Fue por ello que todos nos sentábamos delante del televisor para seguir cualquier serie que nos echasen, aunque se tratase de una serie sueca sin ritmo y casi sin argumento. Una de aquellas series trataba de un grupo de hermanos pequeños que se quedan solos en casa debido a que sus padres tienen que marcharse a un largo viaje. En principio aquello era el sueño de todo pre adolescente. Quedarse solo en casa, sin padres y sin normas. Mientras les veíamos divertirse y abrazarse a una anárquica responsabilidad, nos preguntábamos de qué se alimentarían sin una madre que les cocinase. La respuesta se nos dio enseguida; gracias a un premio, recibían cientos de lata de ravioli. Así pues, ya tenían sustento. Y así continuó aquella absurda historia durante varios meses hasta que los padres volvieron de viaje, los niños se hartaron de comer ravioli y nosotros nos levantamos del sofá para ir a jugar al fútbol al descampado sin tener ninguna gana de probar esa especie de pasta con salsa que los suecos vendían en lata.

jueves, 3 de enero de 2019

2019

Terminé el año de la mejor manera posible. Rodeado de amigos por la mañana y rodeado de la familia por la noche. Qué mejor manera de reencontrarse con uno mismo que volver a los lugares deonde has pasado la infancia. La calle Madrid, el bar Rochano, la casa de tus padres, y mientras revives mil momentos y te ríes por mil anécdotas, te vas poniendo al día de la vida de cada uno y te das cuenta de que los años pasann imperturbablemente. Y así, tras un 2018 lleno de viajes y expectativas cumplidas, llega un 2019 al que, además de las expectativas, seguimos pidiéndole salud, porque nada de lo que deseamos y, sobre todo, nada de lo que más queremos, ya sea familia o amigos, no vale de nada si no estamos vivos.

Salud.

miércoles, 2 de enero de 2019

Buitres

Usurparon miles de viviendas, dejaron a cientos de familias en la calle, vendieron las propiedades a fondos buitre para que las explotasen, el hijo de quien las vendió se benefició con la explotación, pero cuando llegó alguien a pararle los pies la pintaron como la mala de la película. Ahora que el tribunal de cuentas les ha condenado a pagar una multa millonaria nadie se ha postrado a los pies de quien vilipendiaron. Dirán que es vieja, chocha o comunista. Pero Manuela Carmena es todo dignidad. No sé cuántos políticos, ni siquiera de su partido, son capaces de cargar con semejante elogio.