miércoles, 21 de abril de 2010

Crisis

Es ahora cuando estoy tomando conciencia propia de esto de la crisis. Me diréis que a buenas horas mangas verdes y que demasiada suerte he tenido si no la he percibido antes. Nada de eso. Nunca nadé en la abundancia pero de vez en cuando podía ahorrar dos perras para darme un capricho de obrero. Nada más que de obrero.

Pero cuando ves que los ingresos disminuyen, bien por bajas conyugales, bien por negociaciones salariales a la desesperada, bien por disminuciones del IRPF... y ves que los precios, el nivel social impuesto y las necesidades no disminuyen, te encuentras en la tesitura de no saber qué hacer. Necesito muchas cosas y cada vez tengo menos poder adquisitivo para conseguirlas. Cosas normales. Lo que hace un par de años era "dentro de dos años lo haré" ahora se convierte en un "no sé si algún día podré hacerlo".

Y la cuesta sigue empinándose cada vez más. Gracias que al menos tenemos calzado para seguir remontándola porque el fantasma del paro y el poder sentirse descalzo sigue ahí, al acecho, como a todos...

A todos no. Sigue habiendo mucho hijoputa que se está forrando con esto de la crisis. Aquí siempre pringa uno, o unos cuantos. Los de siempre.

jueves, 15 de abril de 2010

Otra más

No sé que tiene este 2010 que ha cargado a la cigüeña de juguetes. Cuando estábamos asimilando la noticia de que Pablo jr. tendría una prima ahora van y nos sorprenden con una noticia que para todos (he de decir que para mí no tanto) era inesperada ¡La Pau embarazada! Cómo igual que en el caso de mi hermano no me queda duda de que será una niña, podríamos decir que Pablo jr. va a tener dos primitas con las que jugar ¡Enhorabuena Miguel y Paula!

viernes, 9 de abril de 2010

Poder político-judicial

El peor estigma que puede arrastrar un país es su pasado, el peor lastre de la historia es la muerte consentida y la peor solución contra la justicia es la politización del poder judicial. Si los jueces y magistrados de los altos órganos se dejan influenciar por el corazón y la conciencia, le están haciendo un flaco favor a la legitimidad de la justicia.

El juez Garzón, siempre tan mediático y proclive a la acción, se empeñó en desenterrar el pasado con la convicción de que muchos ciudadanos creerían en su cruzada. A mí me pareció cojonudo, era una manera de hacer las cosas haciendo ruido, para que se enterara el mundo que en España hubo cuarenta años de silencio forzoso.

El problema surge cuando la justicia detiene al juez ¿Abuso de poder? ¿Faltas judiciales? ¿Fanatismo? ¿Miedo a la verdad? Han pasado otros cuarenta años más y España sigue siendo ese territorio habitado por cuarenta millones y dividido en dos bandos. Si los que deben unirse siguen divididos, lo más probable es que sigamos presenciando injusticias tan mediáticas. Ahora toca esperar ¿Culpable o inocente? ¿El juez o el dictador? Quizás ambos, aunque yo me quedaré siempre con el primero.