martes, 21 de diciembre de 2010

Leyes y censuras

A los que escribimos un blog nos han obligado a temer la censura. Esta palabra, justo en el borde entre lo racional y lo irracional, ha vuelto a sacar sus tentáculos a la superficie para amenazarnos a todos por la vía de la propiedad intelectual ¿Nuestras palabras no son propiedad intelectual? Cuando escribo un texto, más allá de intentar compartir mis experiencias, ideas y tonterías, quiero, por encima de todo, que mis palabras no suenen a vacío ni a apología de la nada. Y todo ello lo hago sin ningún ánimo de lucro. Es posible que si mañana se me ocurriese acompañar mi párrafo con un fragmento de vídeo, esté vulnerando la propiedad intelectual y mi blog se vea castigado al cuarto oscuro. A partir de mañana, o cuando entre en vigor la ley Sinde, los que amamos la cultura desde casa y no tenemos el suficiente dinero como para generar una videoteca, ni la suficiente vergüenza como para generar un negocio, nos veremos huérfanos de contenido. Dicen que los artistas se mueren por nuestra culpa. Aún no he visto a ninguno pasando frío en las colas del paro. Y los que empiezan, sueñan con ver sus creaciones, aunque sea por internet. Entonces ¿A quién interesa esto? A quien ha sabido hacer un caldo con las sobras de los demás. Nos quedamos sin acceso a un puñado de sueños. La vergonzosa programación de la tele, la desvergüenza de los representantes de los autores y la censura de las leyes de un gobierno vendido al mejor postor nos obligarán a romper la hucha cuando querramos volver a ver Apocalypse Now y no tengamos donde encontrarla.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Reencuentros

Durante el transcurso de la vida solemos encontrarnos con demasiadas bifurcaciones en el camino y solamente nosotros sabemos, o creemos saber, cuales son las que debemos seguir. Desde la elección del instituto hasta la entrevista de trabajo a la que decidiste no presentarte a última hora. En un segundo plano, dentro de la dimensión de lo que hubiese podido pasar, están los amigos que nunca lo fueron porque no llegaste a conocerlos. Quizá en un lado estaba el fracaso y tú te encaminaste hacia el éxito, o viceversa. De entre todas mis decisiones, una de las más importantes fue la de insistir con la responsable de Recursos Humanos de Ferrovial. Allí aprendí un oficio y encaminé mi carrera profesional por una rama que ahora me hastía ¿Qué sería de mi ahora si hubiese empezado en otro lugar? Quizá ocupase un cargo de mayor relevancia y disfrutase un sueldo más que generoso. O es posible, por el contrario, que ahora estuviese rumiando del paro tal y como tienen la mala suerte de hacer más de cuatro millones de españoles. Lo que tengo bien claro es que en otro lugar de trabajo no hubiese conocido a un grupo de compañeros tan extraordinario como el que nos juntamos en aquella obra junto a San Agustín de Guadalix. A la obra la bautizaron como "La Pesadilla" en honor al nombre con el que habían bautizado aquel descampado durante la Guerra Civil. Y aunque doy fe que, laboralmente, viví una auténtica pesadilla en aquellos dos años de duro aprendizaje, gracias a aquellos compañeros pude vivir, también, muchos sueños. El pasado viernes, como cada año por estas fechas, volvimos a encontrarnos y, una vez más, terminamos ebrios de felicidad ante tanto recuerdo.

lunes, 13 de diciembre de 2010

II Ruta de la tapa

Tal y como hiciése en el año anterior y después de disfrutar (y sufrir, por qué no decirlo) esta segunda ruta de la tapa en Urda, voy a hacer un análisis exhaustivo de la misma haciendo hincapié en que mi opinión de este año está muy condicionada a la locura que cometimos y que fue la de comernos diez tapas en un mismo día. Acabamos muy inflamados, que diría aquel.

Ocurrió que, por causas laborales, un virus de la gastroenteritis viajó en el uniforme de Sagrario desde Aranjuez hasta Urda. Primero cayó mi madre, después lo hizo Manuel, después fui yo el agraciado para posteriormente pasar por el tamiz de mi padre, de mi tía Pepa y de Marta. Una escabechina, vamos.

Y como, además, las obligaciones laborales, obligaban a Sagrario a regresar al lugar del foco de infección el lunes por la noche, hubimos de aprovechar ese mismo lunes para hacer la ruta, catar las tapas y, de paso, optar a esa peazo de cesta que ya tiene dueño y nadie sabe quién es.

Comenzaré diciendo que, aun estando ricas la mayoría de las tapas, creo que esta edición sale perdiendo respecto a la primera. Es posible que fuese porque el factor sorpresa ya había quedado como referencia el año pasado, pero también creo que el año pasado me estuvieron mejor. También las prisas hicieron su parte, ya se sabe que son muy malas consejeras.

Comenzamos en el Plátano. Allí nos sirvieron Gulas con setas, gambas y pimentón de la Vera sobre pan frito. Estaba bueno si echabas todo el mejunje sobre la tosta de pan picatostado. El crujir del pan con la suavidad de las gulas (y al que le tocase, la gamba) y el trocito de pimiento rojo, daba una muy buena sensación en el paladar. Decir que, al ser la tosta demasiado ancha, el bocado requería mandíbulas de goma y yo, ahí ando sobrado. Servido en un plato largo, blanco, inmaculado, tipo fuente. Quedaba bien así. Muy bien en presentación, muy bien en sabor, regular en imaginación. Todos los que vamos al Plátano sabemos que las gulas son pan nuestro de cada día. Habría que innovar un poco más.

De allí pasamos al Gafas. Mientras Sagrario se sentaba en una mesa, yo pedí los flamenquines de ciervo con patatas paja. Decir que yo había imaginado unas patatas paja de estas de bolsa y que tanto le gustan a Palomino para condimentar sus suculentos pinchos, pero nada más lejos de la realidad, nos encontramos con patatas recién cortadas, recién fritas y muy crujientes aunque, eso sí, demasiado saladas. El Flamenquín estaba bien rebozado y los palillos que lo sujetaban algo escondidos, lo que casi produce que masticase uno, pero estaba bueno, la carne no estaba muy tierna pero si era sabrosa. Estaba aderezado con una salsa de tomate ketchup que, digamos las cosas claras, no tengo yo muy claro que sea lo más adecuado para la caza. Todo ello presentado en un plato blanco, cuadrado, mucho más curioso que el de la pasada edición. Bien en presentación, bien en sabor, bien en imaginación.

Después pasamos al Seven donde comimos una tapa que no era muy generosa pero que llenaba lo suficiente como para postergar la ruta a unas horas más tardías. Desgraciadamente, nosotros no teníamos más tiempo que perder. Se trataba de Solomillo al horno en su salsa. Decir que la salsa era una salsa de tomate casera, no gran cosa y pasable solamente si la intención es la de mojar la rebanada de pan, pero tampoco la ruta es para detenerse en eso. Eso sí, el solomillo, un trozo cuadrado horneado y con un queso manchego, de sabor fuerte, gratinado por encima, tenía un sabor exquisito, de esas tapas que te dan ganas de repetir. Una carne tierne, sabrosa y bien hecha, quizá un poco pasada del punto, pero es lo que tiene el solomillo ibérico, no se le puede exigir la misma textura que la ternera. Servido en un plato redondo, un poco casero para mi gusto ya que esta tapa rogaba por algo más cool. Regular en presentación, muy bueno en sabor y bueno en imaginación.

De allí subimos hacia el Media Hoja. Andábamos ya con el estómago dando botes pero nos la jugamos a probar el abrazo de jamón. Dejamos a un lado el Sultán ya que, al no haber ido nunca se nos hacía raro pasar, y creo que acertamos puesto que la tapa era muy ligera y eso se agradecía enormemente. Se trataba de un trozo de bacalao cocido envuelto en una tapa de jamón caliente acompañado por gambas y una salsa de piquillo que a mí me estuvo muy rica. Presentado en un plato redondo, colorinero de esos que hace tres o cuatro años se vendieron como churros y hoy ha quedado ya, un poco desfasado. Ya sabemos todos que los clásicos nunca mueren. Bien en presentación, bien en sabor y muy bien en imaginación.

Dejamos atrás el Sultán, con la buena pinta que tenía el pincho y nos equivocamos de punta a punta dirigiéndonos hacia el Palomo. Jesús se lo debe hacer mirar. Mira que es un lugar que frecuentamos con mucha gratitud puesto que es un lugar tranquilo, donde nos tratan bastante bien y nos ponemos bien a gusto entre las cañas y los aperitivos, pero el tema de la ruta de la tapa se le está quedando un poco grande. Su cazuela de matanza consistía en una base de migas bastante húmedas, con patata cocida y, por encima, tres trozos de chorizo y uno de morcillaca de la fuerte. Ni el chorizo me estuvo sabroso, si no duro y fuerte y ni la morcilla me apeteció un ápice después de olerla y sabiendo la cabalgata que ya llevaba mi estómago juntando la mañana a la noche anterior. Palomo aprovechó las cazuelitas del pasado año para presentar un pincho que, y mira que me duele decirlo, fue el peor con diferencia del concurso. Regular en presentación, mal en sabor y mal en imaginación.

Antes de decantarnos por unos minutos de siesta, descanso y reposo del guerrero, nos adentramos en la Posada ya que nos pillaba de camino a casa. Allí, además de para saludar a la Lili, aprovechamos para probar la Tosta de Rulo de Cabra con Lacón, aceite y pimentón. Muy rico. En cuanto a sabor, posiblemente la auténtica estrella, para mí, de esta edición. Se trataba de una generosa tapa de pan de chapata concienzudamente pasada por la plancha para darle textura de pan tostado pero muy tierno, con rebanadas de rulo de cabra muy rico que en la combinación con el lacón caliente y la proporción exacta de pimentón y aceite, le daba un sabor y una textura al paladar muy agradable. Me encantó. Presentado en un plato de la posada de los de toda la vida, de esos alargados. Regular en presentación, Excelente en sabor y bien en imaginación.

Después de las horas de siesta rigurosa, de la digestión lenta y las prisas por regresar a casa, nos enfilamos de nuevo para afrontar la última escala de esta segunda edición de la ruta. Nuestro renacer comenzó en El Coto con su Tosta navegando por el Amargillo. Huelga decir que tenía enorme curiosidad por conocer cual era el amarguillo por el que navegaría la tosta y este no era si no una base de salsa de pimientos que estaba, por qué no decirlo, bastante buena. La tosta se componía de una tapa de pan caliente, una rodaja de mero en su punto con su ajito y su perejil y un chorreón de salsita. Acompañaba también al pincho una generosa ración de asadillo que, a este estómago agradecido, le vino bastante bien. Presentado en un plato de las bodas de toda la vida, otro bar más que no hizo gasto en la presentación de la tapa. Regular en presentación, muy bueno en sabor y regular en imaginación porque, al igual que hemos citado con el Plátano, está de sobra decir que el mero, en el Coto, es otro pan nuestro de los de cada día.

Saliendo de El Coto y girando la esquina, subimos la rampa que nos condujo al Rincón de Lenín. Allí nos sirvieron Croquetón de marisco con salsa del cantábrico. Decir que lo de croquetón hacía lugar a su nombre, en mi vida he visto una croqueta de semejantes proporciones. Decir que era como un puño cerrado rebozado con un interior de bechamel y picadillo de marisco. Me estuvo buena pero huelga decir que demasiado pesada. La salsa del cantábrico, compuesta de un entramado de marisquería, seguramente el mismo utilizado para el relleno de la croqueta, estaba buena y su ligereza se agradecía ante la pesadez del plato principal. Presentada en otro plato blanco de bodas, nos quedó más que claro que las vajillas tradicionales seguían siendo plato diario en nuestro devenir por los bares del pueblo. Regular en presentación, bien en sabor y bien en imaginación.

Nos quedaban dos bares y decir que uno de ellos era una tortura. Hablé antes mal de la tapa del Palomo y sería injusto colocarla muy por debajo de la tapa del Parque. El problema con esta última es que no puedo veredictarla puesto que, pese a que la pagué, no la probé. Y no lo hice porque Al Bonito Bacalao, tal y como la bautizó Domínguez, le habían añadido una generosa proporción de Salsa Rosa y Mayonesa a partes iguales y los que me conocen saben bien que yo con esos dos mejunjes no confieso ni borracho. Se comió Sagrario un par de puntitas, dijo que no le gustaron y salimos zumbando de allí como alma que perseguía el diablo. La presentación consistía en una rebanada larga de pan de dos colores, uno rosa y otro blanco, aderezado cada uno de ellos con bacalao uno y con bonito otro, servido en un plato blanco normal, para qué variar. Regular en presentación, regular en sabor (y aquí hablo en boca de Sagrario) y regular en imaginación (quizá aquí sea injusto y se merezca un bien, pero con lo que no comulgo me cuesta ser coherente).

Y por último, y ya con el estómago hecho una triza, terminamos nuestro recorrido, minutos antes de partir para casa, en el Chaplin. Allí nos pusieron la Tapa Matahambre y aunque sobra decir que el hambre ya la habíamos matado mucho tiempo atrás, no sería justo dejar de reconocer el buen trabajo para la elaboración de esta tapa. Se trataba de un trozo de solomillo con queso gratinado y cebolla caramelizada con un sabor excelente. Presentado en un platito cuadrado con reminiscencias pop muy adecuado para el lugar y para la situación. Muy bien en presentación, muy bien en sabor y muy bien en imaginación.

Y esto fue todo. Fue todo lo que comimos en dos días porque resultaba muy difícil la tarea de fabricar hambre durante el día siguiente y porque con aquello ya íbamos sobrados de calorías casi para la eternidad. Deseando de que pase un nuevo año, llegue una nueva edición, nos sepamos organizar mejor y saquemos punta al lapicero para volver a valorar esta magnífica iniciativa ideada por los hosteleros de Urda. Con ideas así da gusto regresar al pueblo.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Bajense los pantalones

Una de las condiciones para llegar y, más aún, para mantenerse en lo alto, es la capacidad de obediencia y resignación ante el poderoso. Es también, el camino más corto hacia convertirse en un don nadie.

Cuando nos enteramos de algunos de los contenidos de los papeles secretos del gobierno estadounidense que Wikileaks ha sacado a la luz, nos echamos las manos a la cabeza sin darnos cuenta de que lo que nos hacen saber es lo que todos llevábamos imaginándonos durante mucho tiempo. No somos si no el siervo peloteril del poderoso. Si el gobierno norteamericano se dice que se da carpetazo al caso de José Couso, entonces la familia del cámara que lleva años luchando por un trocito de orgullo, tendrá que verse abocada a la humillación pública. Si dicen que las escalas en suelo español de los vuelos con destino Guantánamo no se deben mencionar, pues no se mencionan y punto ¿Qué que somos? La última mierda del mundo. A ver si se acuerdan de nosotros los americanos cuando Europa se vea obligada a rescatarnos. En ese pozo no se meterá ningún embajador y Wikileaks nos volverá a recordar que se están riendo de nosotros.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Se veía venir

De aquellos polvos vienen estos lodos. Parece increíble comprobar que, en pleno albor del siglo XXI, aún existen tipos como Kim Jong-il dispuestos a desequilibrar la paz por una parcela de poder. Tipos ambiciosos de creencias férreas, dañinas y orgullo desequilibrado. Durante años le han dejado jugar a los soldaditos de plomo y ahora se cree capaz de salir a pasear al mundo con una bomba atómica atada a su correa. El tipo presume de mascota y el resto de humanos, incrédulos ante la pasividad y el sucio interés que deriva del negocio armamentístico, temblamos de miedo cuando comprobamos lo que este tipo dice que sería capaz de hacer.

No hay guerra pero ya hay atisbo. La ONU le ha dejado crecer, el tipo se cree una especie de Dios del nuevo mundo y ahora sus vecinos del sur velan armas ante lo que promete llegar a hacer. No disculpo a nadie, ni a este loco, ni a los surcoreanos ni, mucho menos, a los norteamericanos, aunténticos gurús de cada conflicto que asola la tierra.

Si a cada loco que surja siguen si querer pararle los pies a tiempo, al final llegará, como siempre, el momento de las lamentaciones. Así de tristemente funciona esto.

jueves, 18 de noviembre de 2010

El horizonte

La ventana al mundo que nos ha abierto el boom de las nuevas tecnologías nos ha facilitado el fin de muchas frustraciones. Durante muchos años me anduve preguntando qué fue de todos aquellos compañeros que disfrutaron conmigo aquellas mañanas de recreo, bocadillo y clases de matemáticas. Por la indisoluble orden de los designios, cada uno de nosotros hubo de emprender una vida cada cual más lejos que la de su compañero.

Ha sido gracias a Facebook que, tras un concienzudo proceso de búsqueda, muchos de los antiguos compañeros del colegio nos hemos podido encontrar unos a otros. Ahora somos más viejos, más gordos y más calvos. La mayoría somos padres. Y ellas, seguro, seguirán estupendas. Estoy deseando comprobarlo. En principio ya hay fecha para la cita y yo no veo el momento de traspasar el horizonte.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Noches de padre

Se acaban los días de madre y comienzan las noches de padre. Noches de silencio deseado, sonrisa buscada y sueño incierto. Sagrario vuelve al trabajo y Pablo se queda a mi cargo durante las horas más silenciosas del día. Tocará acurrucar, arropar, querer dormir y despertar. Tocará madrugar más y volver al trabajo pensando en la noche siguiente. Noches de padre, días de adulto. Parece que sí, que he crecido.

viernes, 5 de noviembre de 2010

No se puede estar más harto

Me dijo ayer mi hermano que hay gente que trabaja poco y desarrolla mucho y los hay, por el contrario, que trabajan mucho tiempo y no desarrollan apenas nada. A mí me ha tocado uno de estos últimos, y si le añadimos que, además, es capaz de entretenerse con el vuelo de una mosca, sale una fórmula de cabreo que mejor no pienso empezar a calcular. Sigo estando muy quemao.

Y es que, por mucho que me digan (que no me lo dicen), que pueda llegar a ser normal, yo no veo ni un ápice de normalidad eso de salir de trabajar a las dos de la mañana ¡Qué locura, por Dios! ¡Y qué hartura! Y lo peor es lo que queda por delante, porque aún hay candela en el brasero.

lunes, 25 de octubre de 2010

Quemao

Imaginad que os putean mucho. Imaginad, por ejemplo, que os mandan a trabajar a setenta kilómetros de vuestra casa. Imaginad que tenéis que aguantar todos los días a un niñato de ideas propias y universales al que la vida le ha venido de cara (no digo que a mi no me haya venido, pero al menos me enseñaron a respetar) que gana como unos mil euros más que tú al mes. Total, una nimiez. Imaginad que has discutido con tu jefe administrativo por pedir un suplemento por transporte que te cubra los gastos del gasoil (no hablamos ya de los del coche porque esos no los cubre ni el espíritu santo). Imaginad que tu jefe administrativo te dice que lo que hay es lo que es y que si quieres bien y si no a por pan duro, imaginad que tu delegado te mira regular por haber pedido algo que consideras tuyo, imaginad que el niñato te hace ver las cosas desde su punto de vista. Hay que estar agradecido, hay que saber valorar lo que tienes, has de saber que han confiado en ti. En eso estaba, en valorar lo positivo de que una empresa confíe en tus capacidades para que les gestiones una obra en el culo del mundo. Y cuando más convencido estaba de que había tenido hasta suerte escucho al jefe de grupo diciéndole al niñato que le van a pagar doscientos cincuenta euros mensuales en compensación por el gasto de gasoil. Imaginadlo ¿Vosotros cómo estaríais? Porque yo estoy QUEMAO.

martes, 19 de octubre de 2010

El síndrome del madridista

Suele ocurrir, y muy a menudo, que el éxito se sube a la cabeza. Les suele ocurrir a los aficionados del Real Madrid, mucho más a menudo aún, que la costumbre se convierte en soberbia y la soberbia en ceguera. "No hay peor ciego que el que no quiere ver", dijo un sabio. Es por eso que, cuando vienen buenas todo es alegría y alborozo, todo es humillación y egocentrismo, todo es blanco y el si llueve no es culpa de ellos. Pero cuando vienen malas todo es descrédito y malicia, todo es culpa del árbitro, siempre será mejor su pasado y, en las peores situaciones, "a mí no me gusta el fútbol". Al representante del éxito le cuesta un mundo mirar más hacia allá de su ombligo.

Algo parecido le está ocurriendo al presidente del gobierno. Más centrado en idealizarse que en gobernar, sigue observando, cada vez con mayor ceguera, la paja en el ojo ajeno antes que la viga en el propio. Cuánto más actúa políticamente como un madridista, más opciones de victoria le da a la oposición. Así es fácil, el PP ganará por inercia, no por méritos propios. Zapatero se está comportando como el aficionado soberbio que antes de un partido ya sabe que le marcará media docena de goles al equipo rival. A un equipo del que ni siquiera conoce su historia. "Estarán otros cuatro años en la oposición", dijo el sábado en león. Baja del burro, amigo, quizá si lo haces a tiempo no te dolerá tanto la caída.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Pregunta existencial

¿Cómo decirle a alguien que tiene los ojos cerrados que no está ciego si no que solamente tiene que abrir los párpados? ¿Cómo decirle a alguien que aprecias que se está equivocando sin hacerle daño? ¿Cómo advertir a alguien que está en lo más alto de sus emociones que la caída puede ser terrible? ¿Cómo hablar?

miércoles, 6 de octubre de 2010

A tomar por culo

Allí es donde estoy yo. A tomar por culo. A tomar por culo de mi casa, de mis ganas y de mis sueños. A sesenta kilómetros de mi casa y pensando en los sesenta de vuelta. A cuarenta minutos por la mañana y a rezar por la tarde. A madrugón a pelo, sin cinco minutos de cortesía ni salgo más tarde porque por un día no pasa nada. Muy lejos. Muy desanimado. Muy desactivado. Muy obligado por las putas circunstancias.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Sin salir de Peugeot

Llevaba tiempo postergando el momento de volver a comprarme un coche. Entre achuchones, fallos y averías he ido alargando la vida de mi 206 hasta que las necesidades me han dicho basta. No es el mejor momento porque en apenas una semana parto hacia Azuqueca de Henares para pasar dos años de penuria a setenta kilómetros de mi casa y los gastos se van a ver aumentados molestamente. Pero el motivo era más que evidente, un coche con trescientos mil kilómetros y un embrague para el arrastre no iba a tener muchos años más de vida. Urgía cambiarlo ahora que me voy a castigar el ánimo a golpe de kilómetros. Sin salir de la Peugeot y embargado hasta las cejas me he comprado un 407. Salía bien de precio y pago una financiación sin intereses. Eso sí, previa felación al banco. Antes tenía coche, pero ahora vuelvo a no tener nada mío. Esperaremos sentados a que acampe el temporal.

martes, 21 de septiembre de 2010

La huelga llega tarde

Llevamos más de tres años sufriendo la opresión de una crisis que nosotros no nos buscamos. Primero fueron los bancos, después las empresas y ahora es el gobierno quien nos ahoga. Mientras el ejecutivo estuvo de brazos cruzados viendo como el barco se iba a la deriva, los sindicatos le tocaron las palmas porque les interesaba bailar al son de quien sabía silenciarlos. Ahora, cuando ya hemos tocado el fondo y cuando las soluciones son más complicadas que los problemas, se proponen parar al país para hacer mucho ruido y, seguramente, cascar pocas nueces. La huelga es necesaria, sí, pero llega muy tarde.

martes, 14 de septiembre de 2010

Entre niños y expectativas

Llevo unos días viviendo entre niños y expectativas.

Los primeros me están dando todas las alegrías. Por un lado, mi niño Pablo que como el campeón del mundo al que está destinado a ser va creciendo a pasos agigantados, se va convirtiendo en una preciosidad y cada vez va aprendiendo más las costumbres y rebeldías de la vida. Un crack.

Por otro lado, mi sobrina Raquel. Esa luz de esperanza que esperábamos para el mes de octubre y que llegó por sorpresa en mitad del mes de agosto. Esta pequeñita peleona nos tiene a todos con el alma en pie. La pequeñita será gigante y los sustos se convertirán en anécdotas.

Luego andan, despacio y sin rumbo, las expectativas multivariables de cada año. Las de este otoño se viste de incertidumbre y esperanza. Ambas me las proporciona un puñetero trabajo a setenta kilómetros de mi casa y la espera interminable de una llamada del banco para decirme que me conceden el crédito para poder comprarme el coche.

En fin, que al final no habrá dinero, ni habrá coche. Habrá un trabajo que me amargue y cientos de madrugones que no sepa controlar.

Pero también habrá un hijo y una sobrina que vivirán de mis sonrisas. Menos mal que siempre hay algo por lo que tirar hacia adelante.

lunes, 9 de agosto de 2010

¿Qué hacer cuándo se odia a una persona?

No me gusta odiar. Es más, odio odiar y me molesta odiar odiar porque ya es odiar. Pero cuando no me dan otra opción que no sea el odio ¿Qué hacer? No sé si me servirá mi tan manida paciencia.

viernes, 30 de julio de 2010

Ahora me toca a mí superar el obstáculo

No hace mucho más de una semana publiqué mi último post en este blog. Fue el más corto de todos, no tenía muchas ganas de dar explicaciones y simplemente quise decir que hay que aprender a sortear los obstáculos que pone la vida porque si te dejas atrapar por ellos es posible que termines en el maldito pozo de la depresión.

No era por mí aquel día, si no por un ser cercano que está pasando unos momentos de angustia y al que quiero volver a transmitir mi ánimo.

Sí es por mí hoy. Cuando parece que la vida va medio rodada, y digo medio porque de la angustia económica nadie consigue sacarnos, aunque, como dicen los más castizos, podemos decir aquello de vamos tirando pa alante, siempre hay algún obstáculo que, por sorpresivo y traicionero, te cuesta mucho más sortear que los demás.

Será un obstáculo de varios meses, quizá hasta años, será un obstáculo de madrugones y llegadas a casa a las mil, será un obstáculo de cambio de centro de trabajo, será un obstáculo que me tiene que hacer más fuerte porque si me dejo cabrear dejaré de ser yo para volver a ser aquel tipo que un día se dejó llevar por el trabajo y casi destroza su vida personal.

Desconecto.

Y espero seguir desconectando.

miércoles, 14 de julio de 2010

El tío crack

Ahora sé lo que es eso de ser un padre tonto, de verlo todo bonito, de creer que mi niño es el más guapo y de soñar despierto con todo lo que le pueda dar. Ya he sido padre y esta felicidad no se puede comparar a ninguna otra. Este sentimiento no se puede expresar, se tiene que vivir ¿A qué es guapo Pablo? Es un crack.

lunes, 10 de mayo de 2010

Estacazos

Trabajas como un campeón, por no decir otra rima, para ganar tres duros desagradecidos, vives para ahorrar y mueres porque no eres capaz de guardar un solo euro, recibes tres llamadas telefónicas que te dicen que en un mes tendrás que acudir a tres bodas. Estacazo.

Te animas con las buenas nuevas, ideas un futuro con un nuevo miembro en la familia, te dejas regar por la ilusión, te acuerdas de tu niñez y no dejas de sonreir pensando en las cosas buenas que te pasarán junto a tu hijo, tu mujer se ve obligada a darse de baja y la seguridad social le paga poco más de la mitad de su sueldo. Estacazo.

Llegas un día cualquiera a comer a casa, te invade el hambre y la alegría por comer junto a tu esposa, abres el buzón y una carta remitida por hacienda te hace percibir que allí está el borrador de la declaración. Sabes que eres un currito, que no ganas mucho y que te retienen más de los que ellos te pueden quitar, no esperas pagar gran cosas, desdoblas el documento y mil quinientos euros. Estacazo.

Regresas al trabajo después de saborear un delicioso manjar cocinado por tu mujer, con la radio puesta y la cabeza en el partido del miércoles siguiente y cuando cambias de marcha el pedal del embrague hace "clonc" y se queda en el fondo. A duras penas, logras callejear y dejar el coche en lugar donde no moleste antes de calarse y poder llamar al seguro para que llame a la grúa para que lo lleve al taller. Estacazo.

Y no ha acabado el mes. Solamente deseo que llegue el mes que viene y nazca Pablo, ojalá venga con un pan bajo el brazo. Y si no viene el pan, da igual, después de tantos estacazos nos quedará al menos para un par de mendrugos.

miércoles, 5 de mayo de 2010

La superficie social

La superficie social es el lugar donde se actua sin pensar, donde se piensa sin sentir, donde se siente sin dolor, donde se daña sin razón y donde se razona sin cordura. La superficie social es la coraza que se protege contra la verdad, que gusta disfrazar de mentira sus palabras, que gasta hechos sin resultado y que no sabe a ciencia cierta donde está el problema. En la superficie social viven los que ríen porque no tienen preocupaciones, los que no sabes lo que es la agonía del fin de mes, los que ejercitan el tiempo libre para caprichos cada vez más caros, los que aún creen en los Reyes Magos porque tienen todo lo que quieren.

Ahí, en plena superficie, viven políticos, nobles, banqueros y ricos despiadados. El resto, que rascamos la hipodermis para sacar la cabeza por el agujero de su superficie y descubrir como es su mundo, nos vemos, día a día, abocados al poder de sus pisotones. Volvemos abajo, a la oscuridad del agujero y a la lágrima justificada. Ellos no saben quienes somos y ni siquiera les importa.

miércoles, 21 de abril de 2010

Crisis

Es ahora cuando estoy tomando conciencia propia de esto de la crisis. Me diréis que a buenas horas mangas verdes y que demasiada suerte he tenido si no la he percibido antes. Nada de eso. Nunca nadé en la abundancia pero de vez en cuando podía ahorrar dos perras para darme un capricho de obrero. Nada más que de obrero.

Pero cuando ves que los ingresos disminuyen, bien por bajas conyugales, bien por negociaciones salariales a la desesperada, bien por disminuciones del IRPF... y ves que los precios, el nivel social impuesto y las necesidades no disminuyen, te encuentras en la tesitura de no saber qué hacer. Necesito muchas cosas y cada vez tengo menos poder adquisitivo para conseguirlas. Cosas normales. Lo que hace un par de años era "dentro de dos años lo haré" ahora se convierte en un "no sé si algún día podré hacerlo".

Y la cuesta sigue empinándose cada vez más. Gracias que al menos tenemos calzado para seguir remontándola porque el fantasma del paro y el poder sentirse descalzo sigue ahí, al acecho, como a todos...

A todos no. Sigue habiendo mucho hijoputa que se está forrando con esto de la crisis. Aquí siempre pringa uno, o unos cuantos. Los de siempre.

jueves, 15 de abril de 2010

Otra más

No sé que tiene este 2010 que ha cargado a la cigüeña de juguetes. Cuando estábamos asimilando la noticia de que Pablo jr. tendría una prima ahora van y nos sorprenden con una noticia que para todos (he de decir que para mí no tanto) era inesperada ¡La Pau embarazada! Cómo igual que en el caso de mi hermano no me queda duda de que será una niña, podríamos decir que Pablo jr. va a tener dos primitas con las que jugar ¡Enhorabuena Miguel y Paula!

viernes, 9 de abril de 2010

Poder político-judicial

El peor estigma que puede arrastrar un país es su pasado, el peor lastre de la historia es la muerte consentida y la peor solución contra la justicia es la politización del poder judicial. Si los jueces y magistrados de los altos órganos se dejan influenciar por el corazón y la conciencia, le están haciendo un flaco favor a la legitimidad de la justicia.

El juez Garzón, siempre tan mediático y proclive a la acción, se empeñó en desenterrar el pasado con la convicción de que muchos ciudadanos creerían en su cruzada. A mí me pareció cojonudo, era una manera de hacer las cosas haciendo ruido, para que se enterara el mundo que en España hubo cuarenta años de silencio forzoso.

El problema surge cuando la justicia detiene al juez ¿Abuso de poder? ¿Faltas judiciales? ¿Fanatismo? ¿Miedo a la verdad? Han pasado otros cuarenta años más y España sigue siendo ese territorio habitado por cuarenta millones y dividido en dos bandos. Si los que deben unirse siguen divididos, lo más probable es que sigamos presenciando injusticias tan mediáticas. Ahora toca esperar ¿Culpable o inocente? ¿El juez o el dictador? Quizás ambos, aunque yo me quedaré siempre con el primero.

miércoles, 31 de marzo de 2010

Semana de pasión

Estos días previos a un largo puente suelen ser extraños. Por un lado, está el hormigueo constante en el estómago por saber que tendrás cinco días para estar más tiempo con los tuyos, para dormir un poquito más y para volver a revivir todos los momentos que se repiten cada año; las procesiones a media tarde, las cañitas a medio día, el hornazo del sábado, los partidos de fútbol en mitad de la fiesta... aunque sabes que hay cosas que no vas a repetir, como las empalmadas para ver al resucitado o las borracheras buscando gloria y encontrando ridículo, siempre es bueno aprender a quemar etapas y seguir sobreviviendo en el momento que te ha tocado vivir.

Por otro lado queda el agobio de dejarlo todo bien hecho, de hacer bien las tareas y de rezar para que no te encasqueten un marrón de última hora y se vayan al traste todos tus planes de irte prontito a casa.

Sea como sea, el pueblo nos espera y allí volveremos a pasar buenos momentos alrededor de la familia, aunque todos sepamos que este año vamos a echar a alguien muchísimo de menos. No será lo mismo.

jueves, 25 de marzo de 2010

Gratuidad

Por el principio de gratuidad, los seres humanos nos acojemos al daño sin detenernos a sopesar las consecuencias. Abusamos de nuestro poder de decir lo que queramos, donde queramos y cuando queramos aún cuando la palabra no es acorde con el resultado. Es como lanzar una bomba de mieda al aire y saber que puede explotar en cualquier lugar y, quien sabe, terminar salpicando a quien más nos interesa.

Uno de los vicios vilmente adquiridos por ese derecho constitucional que nos otorga la libertad de expresión, es la de poder acusar a alguien de manera gratuita y sin pruebas para hacerlo.

Lo peor de la acusación, más que la intención, es el apoyo que puede generar. Algo parecido debió pensar el ex ministro Mayor Oreja cuando acusó, de manera gratuíta, al gobierno de estar negociando con ETA. Es más, estaba seguro de ello ¿Y a él quién se lo ha dicho, el gobierno o ETA?

Desde que uno tiene poder sobre su conciencia debe saber asumir lo lícito de lo ilícito. Dentro de lo lícito entra la verdad y dentro de lo ilícito entra algo peor que la mentira, la mezquindad.

martes, 9 de marzo de 2010

Las circunstancias

Cada acción, cada error o cada acierto lleva consigo su particular carga circunstancial. Es ese halo que rodea al hecho y que, de un modo más o menos grave, te acaba afectando. El problema surge cuando la carga circunstancial se va haciendo tan grande que resulta imposible sostenerla sobre los hombros. Es entonces cuando te derrumbas. Llevo meses aguantando estoicamente un volumen de trabajo y de exigencias mucho mayor al que realmente debería corresponder a mi puesto de trabajo, como soy de esos tontos que hacen y callan, todo lo que me voy dejando se va acumulando sobre mis hombros. O hago (o digo algo) o el paso acabará por reventarme las costillas. Puedo decir que me siento superado por las circunstancias.

martes, 2 de marzo de 2010

Nueva noticias de la cigüeña

Aún recuerdo cuando, en los albores del pasado año 2009, alguien dijo que el 2010 tenía que ser, obligatoriamente, un gran año. Pues son tantas las noticias cumplidas y las que están por cumplirse que da miedo hasta reconocer tanta felicidad después de tanto sufrimiento. Ángel está hecho un chaval aunque su ánimo aún ande renqueante, mi padre ha encontrado el trabajo que esperaba para afrontar esa dura etapa de la jubilación y cuando pensábamos que el nuestro sería el único alumbramiento del año, llega mi hermano para darnos la sorpresa de que él también será papá. No lo quiero decir muy alto para que no se mosqueé pero intuyo que va a ser una niña. Qué siga la buena racha.

miércoles, 24 de febrero de 2010

El Carnaval del toro

Con este último, van ya siete años los que llevo acudiendo de manera consecutiva al Carnaval del toro en Ciudad Rodrigo. Como bien indica su nombre, la fiesta, una de las más antiguas en toda España, discurre a través del toro aunque yo, a decir verdad, toros veo pocos.

Porque lo que a mí me interesa es ver a mis amigos, disfrutar de ellos y dejar media docena de anécdotas para la posteridad. Circula por ahí un vídeo mío con un baile bastante gracioso. Son cosas del vino ribeiro. Existe en Miróbriga una pulpería que, de pura tradición, se ha convertido en nuestro trampolín hacia la inmortalidad y en nuestra tumba hacia nuestros arrestos nocturnos. Este año, más que otros, la toma de la Colada ha sido inolvidable. Este año, igual que otros, el Carnaval de Ciudad Rodrigo ha sido inolvidable. Gracias por todo, gañanes.

"¡Aos pal pueblo!".

martes, 9 de febrero de 2010

Perdidos

Supongo que todo el mundo tiene su personal dosis de frikismo. Hay quien colecciona vasos de chupito de sus viajes por el mundo, hay mujeres que no saben vivir sin tres docenas de zapatos en el armario, hay quienes se inyectan por los ojos todo el fútbol del que son capaces de soportar y más y hay otros que, de pura melomanía, convierten su casa en un museo de la música.

Yo también tengo mis vicios y uno de ellos es la serie "Perdidos".

Aún recuerdo cuando le dije a Sagrario "tienes que empezar a ver una serie con la que me he picado para poder verla los dos juntos". Cuando quise preguntarla ya me llevaba cuatro capítulos de ventaja. El de "Perdidos" es un mundo extraño, extravagante y misterioso. A menudo me pregunto si todo este trama tan enrevesado lo tenían los guionistas en la cabeza desde el principio o si, por el contrario, se han visto obligados a ir improvisando temporada tras temporada.

Muertes, desapariciones, líos, guerras, viajes en el tiempo, organizaciones sectarias, nativos rebeldes, accidentes de avión y un pasado turbulento en cada uno de los personajes y todo ello en una isla que realmente nadie sabe dónde se encuentra. Hoy comienza la temporada final y este de aquí no piensa perdérselo.

miércoles, 3 de febrero de 2010

La recompensa

Ayer mi padre cumplió sesenta y tres años. Como tantos y tantos niños que nacieron en el interior de una España de postguerra, le tocó vivir años de hambre y necesidades. Durante muchos veranos no tuvo ni para tener unas sandalias. Se agarró a un trillo con siete años después de quedar huérfano de padre y trabajó en el monte con los carboneros hasta que a los dieciocho dijo "basta" y se vino a Madrid, solo y con los bolsillos vacíos.

Desde los veintiuno lleva trabajando de obra en obra, partiéndose el pecho, el alma y la espalda para que cada uno de nosotros tuviésemos siempre un plato de comida caliente en la mesa. Ahora cumple sesenta y tres y le agarra el paro, la crisis y la necesidad.

Esa es su recompensa por tantos años de esfuerzo. Una pensión de mala muerte y la sensación de que todo lo que ha hecho no le sirve para nada.

En realidad tiene otra recompensa. Ayer, como todos los años, su mujer, sus hijos y sus nueras se sentaron alrededor de una mesa para cantarle el cumpleaños feliz. El dinero ayuda, pero quien realmente hace la felicidad es la familia. Tanto trabajo sí ha merecido la pena, ahora es un hombre admirado y eso no lo consigue mucha gente.

jueves, 28 de enero de 2010

Un giro de tuerca

Hay días en los que te levantas cansado de todo. Las mañanas sombrías son consecuencias de noches de tormenta intelectual. Es como cuando tienes mucha prisa por llegar a algún lugar y los coches se agolpan en la carretera; un atasco de tráfico, algo parecido es lo que yo tengo.

No pierdo la esperanza por lo que está en camino y no dejo de pensar en la ilusión que el vástago despertará en mí, pero hoy tengo esa amarga sensación de estar en el lugar equivocado en el momento equivocado.

Hubiese querido ser muchas cosas y casi ninguna de ellas las he conseguido. Espero que al menos, esta maldita presión laboral no me impida lograr lo que siempre he tenido y siempre he soñado: ser feliz.

Como decía el gran Tomás, "No dejes que nadie rompa tu felicidad". Seguiré girando la tuerca.

lunes, 25 de enero de 2010

La palabra "tonto" escrita en la frente

Debo llevar la palabra "tonto" escrita en la frente.

La última de surrealismo que me he tragado es una absurdez tan grande que me avergüenza hasta tener una mínima preocupación.

Situación: quedada entre antigüos amigos. Comunicación a todos los antigüos amigos incluso a uno que no lo era tanto. Llamada de este último al gilipollas de turno que se las come todas, o sea yo. Petición del que no era tan amigo al gilipollas de que lo cambiemos de día porque él no puede. Compromiso por parte del gilipollas al amigo que no lo era tanto de que se hará otro día. Repaso del calendario por parte del gilipollas y comprobación de que hasta un mes después no podrá volver a quedar. Conocimiento del gilipollas de que al resto se la suda que el que no era tan amigo no vaya. Seguridad del gilipollas que va a quedar mal con alguien sí o sí.

Definitivamente, llevo la palabra "tonto" escrita en la frente.

lunes, 18 de enero de 2010

Mocos a quien no tiene pañuelos

Dice el dicho popular, y valga la redundacia, que Dios da pañuelo a quien no tiene mocos. Viene esto a decir que a menudo encontramos gente con demasiada suerte en la vida y muy poquitas capacidades para aprovecharse de la misma.

Del mismo modo, y en el sentido inverso, podríamos decir que Dios también da muchas veces mocos a quien no tiene pañuelo. Basta echar un vistazo a la situación de Haití antes del terremoto para darse cuenta de la desolación que habitaba en un país extremadamente pobre, desgobernado y maniatado por un caos que lo situaba en los índices más bajos de la pobreza, la delincuencia y la muerte.

Y lo que antes era desolación ahora es simplemente nada. Urge reconstruir un país, urge salvar tantas vidas como sean necesarias, urge poner paz en unas calles que se han convertido en un frente de guerra y urge, sobre todo, mirar de una vez al frente y dar pañuelos a los que tienen mocos. Y quizá la próxima vez que estornuden, el catarro no se converta en pulmonía si no en un simple enfriamiento.

martes, 12 de enero de 2010

Un año después

Volvió a caer la gran nevada y solamente había pasado un año desde aquella otra que me impulsó a escribir mi primer post en este desangelado blog. Ya advertí en mi cabecera que los míos eran los días normales de un tipo normal. Y de esta manera habéis podido saber que mi normalidad se ha movido entre un cambio de trabajo, un verano sin parar, un viaje a París y la noticia de que voy a ser padre entre otras cosas mas banales. Seguiré por aquí porque me gusta desahogarme, seguiré por aquí para que no me digan que soy otro de tantos que empiezan un blog y se cansan cuando han perdido la llama de los tres primeros meses. Yo aún tengo la llama encendida, espero que me sirva para calentar las neuronas y templar el cuerpo porque ha vuelto a caer la gran nevada. Justo un año después.

martes, 5 de enero de 2010

2010

Muchos son los propósitos de cada año nuevo. Adelgazar, hacer deporte (concienciación hecha extensiva a la inscripción anual a un gimnasio al que no terminas yendo más de tres meses), viajar más, ver más a los antiguos amigos. Es cuando llega el final de cada año y haces balance cuando te das cuenta de la cantidad de cosas que has dejado pendientes. Me gusta sentir cerca a los míos y, sin embargo, sé que no hago lo suficiente para mantenerlos. Este año será especial porque seré padre. Mientras termino de asumir ese papel y me reafirmo en mi papel de marido en proceso de ser ejemplar, volveré a apuntarme ese deber de estar más con los amigos. Y es que los tesoros no deberían perderse. Feliz 2010.