jueves, 28 de julio de 2011

La biografía de Movilla según Wikipedia

"Desde pronto destacó en la práctica del fútbol. Según sus compañeros de clase, José María era capaz de ir dando toques al balón desde su casa a la clase en el Colegio Público Miguel Hernández sin que se le cayera el balón, incluyendo escaleras arriba y abajo. Tras jugar en equipos como el del propio colegio y otros de la localidad pepinera, daría el salto más tarde a superiores categorías.Era amigo de la Nidia hasta que esta se fue al centro de menores Picón del Jarama. En sus primeros años de vida mantuvo una relacion homosexual con el jugador del Cd La Union David Pelodepene Torcal el cual estaba perdidamente enamorado de el al igual que Amir Chaib pero con este no mantuvo ningun tipo de relacion sentimental".

O hay mucho cachondo suelto o la vida de Movilla es más interesante de lo que me había imaginado.

(Pinchar para ver en grande)

jueves, 21 de julio de 2011

La prima de riesgo

¿Alguien sabe qué es, exactamente, la prima de riesgo?

¿Por qué cada mañana, tarde y noche hay programas en la tele que me dicen lo que come la hija de una pedorra que se folló a un torero, las picaduras de araña de dos sinvergüenzas que quieren vivir del aire, los desaires de una aprovechada que no sabe qué hacer desde que se murió su cuñada y no hay ni un sólo programa que se pare a explicarme qué coño es la prima de riesgo cuándo este país se va a la mierda?

Cuando nos hundamos nos echaremos las manos a la cabeza y a mí, la mayoría, no me darán ni un ápice de pena. Que se jodan.

lunes, 11 de julio de 2011

Un año

Recuerdo que Pablo se había quedado dormido, recuerdo que canté el gol de Iniesta con todo el poder que podía derrochar mi alma, recuerdo que Pablo lloró, recuerdo que yo también lloré. Recuerdo también aquellos partidos en cuartos, en octavos e incluso en la liguilla en los que nos íbamos para casa. La sangre de Luis Enrique, el penalti de Eloy, el cerrilismo de Clemente, el robo de Corea, el gol de Stojkovic e incluso aquel ridículo ante Honduras que recuerdo muy vagamente. El tiempo, los fracasos y el sueño hecho realidad dictaron sentencia: Un gol de Iniesta bien vale un llanto.

jueves, 7 de julio de 2011

Viernes

Todo juicio tiene su antítesis, todo héroe tiene su villano, todo día tiene su noche, todo virus tiene su vacuna, todo veneno tiene su andídoto. El otro día hable de los lunes; jucio perdido, villano, noche oscura, virus letal y veneno mortal. Gracia a Dios, existe su antítesis, el héroe, la luz resplandeciente, la vacuna y el antídoto contra la depresión. Si no existiesen los viernes yo no sabría sonreir.

Aunque en esta empresa ya se sabe, sonreir no está permitido.

miércoles, 6 de julio de 2011

Cierre

Cada principio mes, por caprichos del calendario contable de la empresa, he de enfrentarme al cierre económico de la obra con datos respectivos al mes anterior. Este hecho, común en todas las empresas, no tendría la mayor dificultad si las cosas se hiciesen bien, a tiempo y con mesura. El problema es que, a seis días vista, el jefe de obra prefiere obviar de su calendario los días uno, dos, tres, cuatro y cinco y prefiere comenzar con el cierre el mismo día seis. Consecuencias: prisas, datos mal metidos, horas intempestivas y malas caras. Hoy, como muy tarde, no me puedo marchar más tarde de las ocho, y creo que aún no lo sabe. Lo que yo si sé es que pondrá cara de Federer cuando juega contra Nadal y lo que también sé es que estoy hasta los cojones. Qué asco me da este tío, coño.

domingo, 3 de julio de 2011

Lunes

Ya resulta difícil vivir amargado en el trabajo como, para colmo, tener que soportar un lunes. A menudo, en cada llamada vespertina (a veces nocturna) una vez monto en el coche y comunico que terminó la jornada laboral, Sagrario me pregunta que qué tal. En general, a la pregunta de marras, cuando la gente la suele realizar más por cortesía que por interés, he tendido a contestar con un escueto "bien" porque, más que la verdad, muchas veces intento ahorrarme las explicaciones. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, por confianza, cercanía y deber, contesto una verdad cada tarde: "¿Qué tal?", "Amargado". Así me siento, a sesenta kilómetros de mi casa, con dos horas de vida diarias metido en un coche, con un jefe que va de gracioso e interesante y no tiene ni puta gracia ni el más mínimo interés, en una empresa que aprieta hasta ahogar y en unas condiciones que me hacen replantear todas mis aspiraciones. Y encima es lunes, qué más voy a decir.