miércoles, 12 de octubre de 2011

Regreso a lo grande

Las vacaciones, claro está, tienen su parte buena; la que implica el descanso, el disfrute de los tuyos, el conocimiento de nuevos lugares, experimentar nuevos sabores, sentir nuevas sensaciones, vivir nuevas experiencias... Pero, cuando se es un currito, la golosina, cuando se disuelve, comienza a mostrar el lado sombrío de la realidad; trabajo acumulado, prisas, madrugones, estrés, realidades cotidianas. No hace ni dos semanas que regresé de vacaciones y ya se me han olvidado. Y es que el trabajo de administrativo de obra es ingrato y, sobre todo, te suele recibir con regalitos explosivos. Se puede decir que he regresado a lo grande.