A nadie le gusta reconocer su miedo, son muchos los que esquivan el temor y buscan atajos por puertas traseras. El recurso más manido de los mediocres es la irrespetuosidad, el chascarrillo fácil, el intento de desprestigiar al contrario. Cuando veo a esos medios a los que hasta hace poco se les llenaba la boca hablando de la juventud española, intentando desprestigiar a los valientes que se han amonitado en la Puerta del Sol y en el resto de plazas españolas, es cuando soy consciente de que esto marcha. Su miedo es nuestro triunfo.
De perdidos al río
Hace 4 días