jueves, 31 de marzo de 2022

Angustia

La angustia es un peso muerto en el pecho, un aguijón constante entre los ojos, un zumbido molesto en los oídos y un presagio oscuro en la conciencia. La angustia es cómplice el miedo porque reside en el temor a perder lo logrado, a no llegar a la cima, a quedarte en mitad del camino. La angustia es un ala rota que te impide echar a volar cuando más sueños tienes, que te ahoga el cántico más sonoro cuando más ganas tienes de desahogarte.

Rusia invade Ucrania en su competición con Estados Unidos por ver quién la tiene más larga, quien puede imponer una hegemonía y quien puede vender su gas al resto del mundo, mientras ese mundo se muere de miedo y de incertidumbre porque ve sobrevolar sobre su cabeza una amenaza que no se ha buscado, un futuro que se pinta de negro y una guerra global que nos sumiría en el más terrible de los inviernos. Angustia.

Los precios no paran de subir. Eso no incide sólo en la economía doméstica sino en la incertidumbre laboral. Trabajo en un sector donde, durante los últimos meses, cerrar un contrato está costando más que una escalada pedregosa; los precios fluctúan siempre al alza, los comerciales no se atreven a concretar y los centro de trabajo se quedan parados en espera de una decisión que no depende de ellos. Esto puede conllevar al caos, al paro, a la calle y a no poder hacer frente, como esa pescadilla que se muerde la cola, a esa subida de precios que nos ahoga la economía doméstica. Angustia.

El país está cada vez más polarizado y eso ha generado un caldo de cultivo en el que la ultraderecha se mueve como pez en el agua. No sólo controlan la judicatura, sino que controlan los medios y desde el silencio y el blanqueo, se han metido en las instituciones con claras amenazas y veladas intenciones. El peligro que conllevan sus ideas es proporcional al miedo que me hacen sentir las viejas historias contadas por nuestro antepasados. O se les pone coto y freno o algún día alguien lamentará haberles reído todas las gracias.

Angustia.

miércoles, 23 de marzo de 2022

Por h o por b

Durante los pasados años académicos, y debido a la similitud fonética entre la "b" y la "v" y el sonido mudo de la "h" cuando va sola en alguna palabra, era común que muchos alumnos, confundidos por la etimología de las palabras, confundieran la ortografía en los exámenes y cambiasen alguna "v" por una "b" u omitiesen alguna "h" en la redacción.

Para conseguir que los alumnos no repitiesen el error cometido, era frecuente que los maestros suspendiesen todos aquellos exámenes que tuviesen una falta de ortografía. Compungidos, al llegar a casa, los chicos entregaban los boletines a sus padres alegando que les habían suspendido por una "h" o por una "b". De ello que se hiciera frecuente la expresión: "Por h o por b, me han suspendido".

Es por ello, que bien para excusarnos, o bien para tratar de explicar los impedimentos que nos han surgido a la hora de llevar a cabo una tarea que no hemos podido concretar, solemos decir que, por diversos motivos o a causa de ciertas trabas, "por h o por b", no hemos podido conseguirlo.

jueves, 10 de marzo de 2022

Salamanca

Salamanca es la ciudad a la que siempre vuelvo para encontrar un pedazo de juventud y reencontrarme con dos amigos de verdad. Porque Salamanca es la ciudad de Marcos y Juanra, es una noche fría buscando un garito decente, una copa de balón a precio de oro y un pincho de carne a la parrilla en Van Dyck mientras las calles van bullendo de gente que busca, como yo, un lugar donde donde postrar su sonrisa.

Salamanca es majestuosidad revestida de piedra de Villamayor, es corte clásico y confección adusta, es un paseo por la calle Toro sorteando personas, es una bajada hacia el convento de San Esteban para dejar que el sol de la mañana te reciba de frente mientras observas la fachada plateresca y dejas que el pasado te engulla con cientos de leyendas forjadas en libros de estantería vieja y suelo de mármol.

Salamanca es un viaje en familia introduciendo elementos para que los más pequeños conozcan jugando y los mayores viajemos de nuevo recordando. Un helado de dos bolas, un astronauta imposible, cien conchas frente a la vista y una rana sobre una calavera cuyas ancas sólo pueden ver a la primera los que conocen el lugar y han machado sus pies sobre los adoquines de piedra. Salamanca es volver al huerto, buscar una penúltima foto y prometerse regresar más pronto que tarde porque allí te siguen esperando con los brazos abiertos y el alma encendida. Porque aquel fue nuestro primer viaje y jamás será el último.

martes, 1 de marzo de 2022

Megalomanía

No ha bastado con ser la generación mejor informada de la historia; un mundo globalizado donde, en primera línea, hay acceso a cualquier motivo, cualquier resolución, cualquier sueño e incluso cualquier miedo, porque ahí, en el miedo ajeno, se mueven con soltura los tipos que no han aprendido de historia y siguen creyendo que su megalomanía va dos pasos por delante de la evolución humana.

La megalomanía, como plan, es un paso de gigante hacia la involución, porque la guerra no trae más conquista que el dolor, el señalamiento y el retroceso. De nada ha servido haber sobrevivido al periodo de paz más largo de la historia, de nada han servido las lecciones de dolor impartidas en Palestina, Siria, Afganistán o Yugoslavia, de nada ha servido creerse el rey del mundo cuando las fronteras no son sino símbolos de una desfachatez que nos provoca irritación y lanzan reclamos de soberanía mal entendida. De nada sirve la historia si nos condenamos, una y otra vez, a repetirla.