lunes, 28 de noviembre de 2022

Bomba de humo informativa

Lo que está ocurriendo con la sanidad madrileña no es sino la consecuencia del neoliberalismo salvaje que viene a ser privatizar todo lo posible y entregar la gestión de los hospitales a un tercero para que especule y saque la mayor ganancia posible en detrimento de la salud de los ciudadanos. Para ello, claro, hay que despedir médicos y que estos, si se contratan, se hagan a través de estos nuevos hospitales y centros de gestión privada en los que tanto el suelo como como las condiciones son tan malas en comparación con los hospitales realmente públicos, que deciden exiliarse y buscarse la vida en otros países donde la valoración a su trabajo está acorde a la tarea representada.

Y claro, en cuanto faltan médicos la excusa está más que servida; es que no hay médicos y no se los puedo quitar a otras comunidades. Pero en ningún momento se para a reflexionar por qué no hay médicos y sobre todo por qué, si los hubiera, no los iba a contratar, porque hacerlo iría en contra de su política de externalizacion, liberalización y privatización, una política que lleva al que cada palo aguante su vela n elun paí en el que los empresarios ni quieren pagar impuestos ni quieren pagar altos salarios. Así que dime tú cómo nos las componemos.

Esta crisis sanitaria, que sigue con la huelga de médicos de cabecera, es una china en el zapato que se podría llevar por delante a la presidenta más mediática del mundo mundial, pero hete aquí que, por alguna circunstancia, se han encontrado con la bomba de humo perfecta para llenar noticieros y dejar que la crisis se apague solita mientras los pacientes mueren y los televidentes son engañados con los votantes tontos que son.

Porque resulta que a un grupito de jueces les ha dado la gana interpretar la norma como les sale el ciruelo porque para ello son hombres y controlan el patriarcado a su gusto y manera y con ello han querido dejar ver que la ministra que más ha luchado por las libertades femeninas en este país, quiere que los violadores estén en la calle. Todo un despropósito que ha llevado a una campaña de bullying político e informativo hacia una persona que ha sido juzgada más por su pasado y por con quién se acuesta que por su verdadera intención a la hora de legislar.

Y, claro, aprovechando la coyuntura, todos los programas anarrosos y espejeros y todos los telediarios sectarios, se han lanzado en llenar de humo la información con esta bomba que bien les sirve para tapar las verdaderas miseria de la política de Miss Libertad; porque para qué hablar de los derechos de las mujeres y, sobre todo, para qué hablar de la gente que está muriendo por una sanidad precaria si se puede vender una telenovela por fascículos de enfrentamientos entre la izquierda y te presunta inoperancia de los ministros del gobierno.

miércoles, 16 de noviembre de 2022

Carrera contra el Cáncer

No daba dos duros por mí. De vez en cuando sigo saliendo a correr, es cierto que no lo he dejado del todo, pero hace mucho que no corro cinco kilómetros, habiéndome acomodado a una distancia corta de unos dos kilómetros que suelo culminar con paseo rápido y que no suelo hacer en menos de quince minutos. Lo que se llama un trote cochinero, no nos vamos a engañar. Por eso, cuando me llamó mi hermano y me dijo que nos apuntásemos con ellos a la carrera contra el Cáncer que se iba a correr en mi barrio, de primeras le miré temeroso pero de segundas dije, más cerca no lo vamos a tener y, además, vamos a pasar una buena mañana. Eso, añadido a que me dijo que mucha gente lo haría andando, me hizo envalentonarme y procedí a apuntarme junto a los niños.

Cuando se lo conté a ellos, respondieron con mezcla de ilusión e incertidumbre. Ilusión porque los niños se apuntan a un bombardeo e incertidumbre porque nunca habían corrido una distancia similar, así que llegamos a un acuerdo: empezamos corriendo y, cuando veamos que nos cansamos, nos ponemos a andar. Y así procedimos. La cosa es que yo veía que no se cansaban y seguían y seguían. Ángel tiró hacia adelante y Pablo, más considerado, se quedó conmigo hasta que pudimos alcanzar la meta dados de la mano y sin pararnos ni un sólo momento a caminar. Reto conseguido.

En total hicimos treinta y siete minutos, que viene a ser un trote cochinero mandarín, pero lo importante es que lo hicimos, como diría Dora la Exploradora y que Ángel, que hizo treinta y cuatro, nos esperó impaciente en la meta junto a la alcaldesa. Todo el orgullo se fue por la alcantarilla cuando, tras saludarla, me dijo aquello de: ¿Treinta y siente minutos? No está mal para un dominguero.

Pues sí, un dominguero, pero feliz.

lunes, 7 de noviembre de 2022

Amadeo Carrizo

 

Los pioneros son los dueños del tiempo, los amos de la leyenda, los defensores del espacio. Porque en los pioneros sobrevive la esencia del asombro, la virtud de la novedad y, sobre todo, la capacidad para desarrollar un arte de cara a la eternidad. Amadeo Carrizo, portero de profesión y artista de ratos libres, fue pionero en su puesto porque no quiso sobrevivir bajo el larguero y anunció medidas contra la tradicionalidad. Salió del área, fue hombre libre, jugó con los pies y, mientras tanto, siguió obrando milagros, porque el oficio de portero también trata un poco sobre eso.