jueves, 25 de septiembre de 2014

Familia

La familia es el lugar común donde encontramos añoranza, cariño y planificación. Cada familia es un mundo y cado mundo es lugar donde conocer los parajes más misteriosos. El tiempo establece los hábitos, las complicidades y las anécdotas. Más allá de los defectos, sabemos reconocernos en compañía y sabemos que, aunque una lágrima asome en la mirada, siempre existirá un plan pendiente de cumplir. Es la ilusión de querer vivir día a día.

Cuando uno entra en una familia que no es la suya existe el temor al rechazo, al no saber encajar las bromas, a desconocer las costuras por las que se pueda romper una conversación. Las expectativas, sobre tí, siempre son altas, porque eres el novio de su hija y ellos no van a dejar que su hija se enamore de cualquiera. O eso quieren creer. El primer contacto suele ser frío, por más que te empeñas en poner toda la leña en la chimenea. Es como una examen tipo test en el que lo que más importa es no escoger la respuesta equivocada.

Una vez que conoces la piscina y te agrada la temperatura del agua, puedes sumergirte sin peligro y con disfrute hacia el fondo para bucear en total confianza. Estando en familia, cada uno encontramos el lugar en el que desenterrar nuestros secretos, relatar las confidencias y derrochar los nervios acumulados para convertirlos en carcajada. Un fin de semana en familia es una terapia perfecta para olvidar todos los problemas, para escapar de ese día a día que nos atrapa y que nos convierte en seres solitarios. Seres que un día abren la puerta para escapar y encuentran el calor de una familia esperando a convertirse en el refugio que estabas buscando.

jueves, 18 de septiembre de 2014

Otra vendrá que buena me hará

O el mismo perro con distinto collar. Si se trata del espejo por el que se mira, pueden existir muchas percepciones, pero una sola realidad. A menudo celebramos un suceso, ignorantes de que el siguiente golpe de tiempo nos traerá un suceso igual o peor.

El alborozo ante la renuncia de Ana Botella a la reelección como alcaldesa de Madrid, ha cegado la verdad que muestra que a la reina muerta le puede suceder una reina puesta de igual o peor calado. Uno ve la terna de aspirantes y comienza a rezar un "virgencita que me quede como estoy" porque las ideas, más allá de la persona, sobreviven intactas en cada uno de los ideales propios.

La nieta de un general franquista, la delegada del gobierno que llena Madrid de antidisturbios ante cualquier conato de manifestación y la mujer que desplanta con displicencia a los agentes de la autoridad. En esas manos estará Madrid. Otra vendrá que buena me hará.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Retos

Los retos forman parte de la vida del ser humano en cuanto a su capacidad para motivar su propio ego. Hay quien promete un cielo y quien se conforma con un grano de arena. Hay quien se levanta un día y decide cambiarlo todo y hay quien lo cambia todo poco a poco para al final no terminar cambiando nada. Pero en el camino quedan cada uno de los pasos y en cada paso queda el rastro de un reto peleado con uno mismo. Muchos a la espera de ser logrados, otros, olvidados en el cajón o dados por imposibles y otros, generalmente los menos, aupados en el podium de las promesas cumplidas y en el altillo del orgullo más altivo.

Quien se pone un reto encuentra un motivo para seguir adelante, para seguir mirando a la vida a los ojos, para no caer en el pozo de la monotonía. A menudo nos asaltan las dudas de lo que pudimos haber sido y esta duda suele ser tormentosa cuando llegamos a creer que el yo ficticio podría haber sido mejor que el yo real. Es entonces cuando la peonza deja de girar y necesitamos encontrar la fuerza para volverla a lanzar al suelo. Para ello necesitamos un motivo, un reto, una pasión.

Mi reto, más allá de su incumplimiento, promete llevarme al límite de lo que hasta ahora he desconocido. Cada reto es un paso más para seguir viviendo. Cada paso es un motivo para seguir aprendiendo. Y en el aprendizaje vital encontramos los lugares comunes donde perduran todos los recuerdos. Quien sepa revivirlos con entusiasmo y pasión, habrá cumplido gran parte de sus retos.