miércoles, 7 de diciembre de 2011

Cosas que cambian y cosas que no

Me llama Sagrario y me cuenta la revolución que se ha formado en su trabajo. Los cambios, según se miren, pueden ser, o no, positivos. Si se mira al presente, la noticia puede ser satisfactoria en cuanto que los cambios previstos significarían una vuelta a la tortilla de lo ya realizado y estos cambios serían buenos puesto que el estátus actual es, tal y como dijimos, el de vida jodida por culpa de un tercero. Pero si se mira al futuro, el cambio es más que un viaje a la incertidumbre pues quien se hace cargo del negocio no está preparada para afrontar el reto que le espera. Días de sentarse y de esperar a que lleguen los acontecimientos. Es lo frustrante del caso pues no se pueden controlar los momentos ya que la pelota no está en tu tejado.

Por otro lado está lo mío. Lo mío es lo de siempre. Muchos papeles, poco avance y un jefe que deja todo para última hora. Aquí no cambia nada. Por desgracia.

1 comentario:

lili dijo...

Realmente es desesperante, el tener que esperar a que pasen las cosas, porque es algo que no podemos controlar.
Somos positivos y la botella la debemos de ver medio llena, no medio vacía, vuelve la Sa a hacer dos días sí y dos días no. Pero también es cierto, que con este cambio de directora, se sabe la situación que ya hubo, sólo esperemos que esta mujer sepa lo que se hace y no joda a la gente más aún.
Solo me queda desear suerte y animo, todo cambiará, algún día, o al menos hay que vivir con esa esperanza!!!!