martes, 30 de octubre de 2012

Entender o no querer

A lo largo de la vida nos vamos cruzando con personas que utilizan el lenguaje como mecanismo contrario a la comprensión social. A menudo nos hemos cruzado con chicas, profesores, o incluso madres, que han utilizado la contradicción para hacerte caer en la cuenta de que lo que querían de tí era todo lo contrario. El "me gustas sólo como amigo" quiere decir que te alejes de tu lado porque no te quiere ni ver, el "siga así fulanito y llegará a ministro" quiere decir que no estás dando un palo al agua y te adelanta que con la actitud actual lo más lógico es que termines viviendo debajo de un puente, y el "como tenga que ir yo" era la advertencia más severa de una madre a la hora de hacerte ver que ella no tenía que ir a resolver tus problemas pero que si llegaba el caso en que tenía que ser ella quien resolviese el conflicto, al final el zapatillazo era seguro y el escarmiento total. Por ello, debe ser complejo de madre, de mal profesor o de feo de la clase castigado a calabazas, se hace difícil de entender como un gobierno le recorta todos sus derechos a la ciudadanía con el fin de cubrir las deudas que ella no ha generado y ver como un ministro presenta unos presupuestos diciendo que son los más sociales de la democracia. La contradicción como mecanismo de comprensión. O simplemente el festival del humor. Entender o no querer.

1 comentario:

Álvaro Rodríguez dijo...

Siempre tan original para contar la realidad, Pablo. Qué periodista se ha perdido este país. Razón absoluta y uno que desde aquí sigue leyéndote, enhorabuena. Con respecto a la situación, tristeza e impotencia. Yo seguiré luchando por mi futuro.

Un abrazo.