jueves, 18 de febrero de 2021

Las vestiduras

Las vestiduras, esa catadura moral, vestida de caradura inmoral, que aplica el político a sus verbalizaciones según sea el sentido por el que sople el viento, se mantienen intactas cuando podemos estirar la palma, mostrar el cazo y seguir viviendo como reyes sin sentir ese indeseable sentimiento de culpabilidad llamado vergüenza. Porque las vestiduras no se rasgan si nos siguen conviniendo las normas de la partida o si nos siguen dejando hacer trampas, porque aquí hemos venido a ganar, nada de emborracharnos, bobitos, el resultado claro que nos da igual.

Ahora, cuando nos tocan la inmoralidad, nos asaltan con palabras gruesas y nos hacen ver que nuestro juego es ilegal, entonces retorcemos el hocico, apretamos los puños y nos rasgamos todas las vestiduras para hacer ver que es nuestro honor el que está en juego cuando realmente nos estamos jugando la vergüenza.

Mira que Pablo Iglesias ha dicho boutades, mira que hay momentos y razones para afearle algunas cuestiones, pero que se vuelvan locos, no sólo desde la oposición, si no también desde el mismo gobierno porque haya dicho una verdad tan grande como que España no es una democracia plena, habla peor de los escandalizados que del ínclito, porque ellos saben que hay algo que duele mucho más que los golpes y no es otra cosa que la verdad.


No hay comentarios: