martes, 21 de septiembre de 2021

Las medias tintas

Con los racistas, los homófobos, los predicadores del odio, los violentos, no debería haber medias tintas porque si ven que dudas, si ven que le examinas en la escala de grises y si ven que no condenas del todo sus tropelías, se van a venir arriba y van a seguir campando por las calles al igual que lo hicieron el pasado sábado en una afrenta humillante a un gobierno que, en casos como este, actúa siempre con el paso cambiado.

Porque no puedes interactuar para limitar una marcha el día de la mujer, poner condiciones a las marchas en el día del trabajo y permitir que un puñado de nazis vayan provocando por el centro de Madrid como si la ciudad fuese suya y sus proclamas fuesen versículos de la Biblia. No puedes andar jugando al gato y al ratón escondiendo la zarpa y después pretendiéndola enseñar cuando la ofensa ya está dictada y la mancha ha ensuciado a toda una ciudad.

Y, sobre todo, no puedes dictaminar que la fiscalía entra porque la marcha pudo suponer un posible delito de odio. No hay posibles en este caso. Es un delito de odio como una catedral, es un delito de odio penado en otros países y que aquí se permite porque los que ganaron una guerra hace ochenta años siguen ganando cada batalla día a día sin que los demás podamos decir nada. Aquí no hay medias tintas, señores, o se les prohíbe o se les encarcela, pero nada de mirar a la galería y pasear un capote que no vas a utilizar.

1 comentario:

ekuafabacher dijo...
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