jueves, 3 de febrero de 2011

Hablar con impropiedad

No sé si lo contrario de hablar con propiedad es hacerlo con impropiedad, desde luego, no es hacerlo con improperios, cuyo antónimo, ahora sí, sería hacerlo con elogios. No fueron muchos los elogios, y algunos más los improperios, los que recibió David Bisbal después de su lúcida (o deslucida) aparición por twitter. Desear un cercano fin para una revuelta que está poniendo patas arriba una dictadura de más de tres décadas es meterse en un charco con demasiado lodo. Lo mejor, cuando no se sabe de lo que se habla, es callar y, si se quiere hablar, lo primero preguntar, lo segundo informarse y lo tercero contrastar. Nunca se vieron las pirámides con tan poco tránsito. Es cierto, pero tampco se vieron jamás las calles de El Cairo con tanto. Y que sea para que llegue la democracia. Los turistas pueden esperar.

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