lunes, 28 de febrero de 2011

Todo bien

Generalmente, tendemos al egoismo antes que al altruísmo. Cuando se presenta un problema, miramos primero las consecuencias hacia nuestra persona y, en un lugar secundario, dejamos a un lado al ajeno con las suyas. Pero existen ocasiones en las que, la suerte propia se adhiere a la ajena y dejamos de pensar exclusivamente en nuestro ombligo. Son esos días en los que esperas noticias de un ser al que aprecias y te dicen "todo bien". Entonces tus problemas pasan a un segundo plano y lo celebras con una sonrisa. Para volver a quejarnos tenemos todo el tiempo del mundo.

miércoles, 23 de febrero de 2011

¿Dónde estabas tú hace treinta años?

Hay preguntas que, de tanto repetirlas, se terminan convirtiendo en cansinas. Creo que muchos jóvenes de nuestra generación no conocen tanto como debieran lo acontecido el día veintitrés de febrero de 1983 porque, de tanto dar vueltas a la noria, han terminado por cansar al mulo.

Hace treinta años yo era un renacuajo de cuatro años que jugaba en su habitación con los montamán y aprendía a leer en las cartillas Rubio de la época. No era consciente de que aquel veintitrés de feberero fue un día crucial para nuestra historia y la más firme reafirmación de una democracia que hoy en día se ha convertido en pasto libre para el ganado donde especuladores, alcaldes golfos y demás morralla política y social están haciendo su agosto con total impunidad.

Entonces, en medio de lo que se llamaba transición, más de trescientos diputados que aspiraban a europeizar España se plantaron contra un golpe de estado que pretendía regresionarnos en el tiempo otros cuarenta años atrás. No fue así, porque España era un bebé que empezaba a echar sus primeros dientes y tenía ganas de comerse el mundo. Lo malo es que se terminase atragantando. La soberbia fue el pecado de aquellos golpistas y la gula ha sido el pecado de esta España que no termina de encontrar su sitio por más que nos digan que estamos en la Champions League.

domingo, 20 de febrero de 2011

Días largos

Siempre sentí una especial animadversión por los lunes. Me parecen días aciagos, tristes, apagados; miras hacia adelante y ves muchas horas por cumplir y muchos días por transitar. Peor aún se pone la cosa si además el lunes se planea largo. Mi querido jefe de obra, en una de sus nuevas demostraciones de planificación, ha vuelto a dejar todo el trabajo para el último día. La última vez, en octubre, entregamos el Base a las dos de la mañana. Hay record, y creo que estamos dispuestos a superarlo. Que vengan los del Guiness.

jueves, 10 de febrero de 2011

Tragándose el sapo

No me creo a los asesinos, nunca he tenido por costumbre hacerlo y creo que, si mi inteligencia emocional no me traiciona con el paso de los años, nunca lo haré. No me creo a esta gente de SORTU que, de buenas a primeras y sin cita previa, vienen con el cuento de que rechazan la violencia de ETA. Ojo, que no condenan y ojo que no rechazan a ETA en sí, solamente su violencia. Mientres queden rescoldos del dolor nadie con semejante curriculum puede obtener el derecho que entrar en el juego democrático, porque ellos son los primeros que no lo han respetado. Ahora, cuán de acorralados se han tenido que ver para tener que tragarse este sapo.

viernes, 4 de febrero de 2011

El reencuentro

A menudo soñamos con gente del pasado, con viejos amigos que dejamos atrás y que, por la vorágine de la vida, no volvimos a ver pese a que les dispensamos enormes dosis de cariño. Pasa el tiempo y ese "a ver si le llamo" se convierte en un "¿Qué será de?". Recuerdas aquellos momentos de la infancia, los bocadillos en el patio de recreo, los días previos a los exámenes, los trabajos de ciencias sociales, los cumpleaños, los partidos de fútbol, las primeras cervezas en la adolescencia. Todo queda atrás pero siempre hay algo que puede volver.

Las personas, mientras dura nuestra trayectoria por el ciclo vital, tendemos a intentar, a prometer y, a veces, a cumplir. A los que nos gusta rememorar lo bueno y planificar lo que puede ser mucho mejor, nos sentimos encantados de desandar el camino y regresar al lugar de origen.

Mañana por la tarde vuelvo a ver a mis compañeros de colegio. Hace veintiún años que abandoné el Fernando de los Ríos para iniciar estudios superiores y a algunos no les veo desde entonces. El reencuentro va a destilar recuerdos, risas, emoción y nuevas promesas. Ojalá estás si lleguen a cumplirse.

jueves, 3 de febrero de 2011

Hablar con impropiedad

No sé si lo contrario de hablar con propiedad es hacerlo con impropiedad, desde luego, no es hacerlo con improperios, cuyo antónimo, ahora sí, sería hacerlo con elogios. No fueron muchos los elogios, y algunos más los improperios, los que recibió David Bisbal después de su lúcida (o deslucida) aparición por twitter. Desear un cercano fin para una revuelta que está poniendo patas arriba una dictadura de más de tres décadas es meterse en un charco con demasiado lodo. Lo mejor, cuando no se sabe de lo que se habla, es callar y, si se quiere hablar, lo primero preguntar, lo segundo informarse y lo tercero contrastar. Nunca se vieron las pirámides con tan poco tránsito. Es cierto, pero tampco se vieron jamás las calles de El Cairo con tanto. Y que sea para que llegue la democracia. Los turistas pueden esperar.