lunes, 2 de agosto de 2021

Agosto

Dicen que el que no se consuela es porque no quiere y que no hay mal que cien años dure. Yo me consuelo como puedo haciendo ver que en agosto se trabaja mejor que en ningún otro mes y que mi mal durará el tiempo que tarde el resto de gente de volver de sus vacaciones. Porque cuando uno afronta el primer día de trabajo el uno de agosto y comprueba que todas sus vacaciones de verano se han agotado, ha de tratar de hacer un esfuerzo por autoconvencerse de que julio ha sido la mejor opción y que cuatro semanas, con piscina por la tarde y fines de semana largos, pasan enseguida.

Además, siempre es mejor tener vacaciones que no tenerlas. Parece una perogrullada y una forma de mirarse el ombligo bastante fútil, pero hay gente que apenas tiene vacaciones y otros que ni siquiera tiene trabajo. Dentro de lo afortunado que soy ¿Por qué habría de quejarme por trabajar en agosto? Pues eso, que no lo voy a hacer. Además, las vacaciones junto a la familia han sido estupendas y aún tengo días pendientes de aquí a final de año para poder hacer alguna escapada.

Así pues, aquí te espero, agosto. Con tus atascos inexistentes, tus jornadas intensivas y tus tardes de asueto. Lo digo así, sabiendo que voy a trabajar mientras la gran mayoría de gente está de vacaciones: ojalá todos los meses del año fuesen como agosto. Seguramente todos los trabajadores seríamos mucho más felices.

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