miércoles, 31 de marzo de 2010

Semana de pasión

Estos días previos a un largo puente suelen ser extraños. Por un lado, está el hormigueo constante en el estómago por saber que tendrás cinco días para estar más tiempo con los tuyos, para dormir un poquito más y para volver a revivir todos los momentos que se repiten cada año; las procesiones a media tarde, las cañitas a medio día, el hornazo del sábado, los partidos de fútbol en mitad de la fiesta... aunque sabes que hay cosas que no vas a repetir, como las empalmadas para ver al resucitado o las borracheras buscando gloria y encontrando ridículo, siempre es bueno aprender a quemar etapas y seguir sobreviviendo en el momento que te ha tocado vivir.

Por otro lado queda el agobio de dejarlo todo bien hecho, de hacer bien las tareas y de rezar para que no te encasqueten un marrón de última hora y se vayan al traste todos tus planes de irte prontito a casa.

Sea como sea, el pueblo nos espera y allí volveremos a pasar buenos momentos alrededor de la familia, aunque todos sepamos que este año vamos a echar a alguien muchísimo de menos. No será lo mismo.

1 comentario:

sagra dijo...

Pues no es lo mismo no, la semana santa terminó con un poco de rabia para todos por la falta de esa persona, pro hay cosas n los q uno no puede mterse.
besos