miércoles, 15 de diciembre de 2010

Reencuentros

Durante el transcurso de la vida solemos encontrarnos con demasiadas bifurcaciones en el camino y solamente nosotros sabemos, o creemos saber, cuales son las que debemos seguir. Desde la elección del instituto hasta la entrevista de trabajo a la que decidiste no presentarte a última hora. En un segundo plano, dentro de la dimensión de lo que hubiese podido pasar, están los amigos que nunca lo fueron porque no llegaste a conocerlos. Quizá en un lado estaba el fracaso y tú te encaminaste hacia el éxito, o viceversa. De entre todas mis decisiones, una de las más importantes fue la de insistir con la responsable de Recursos Humanos de Ferrovial. Allí aprendí un oficio y encaminé mi carrera profesional por una rama que ahora me hastía ¿Qué sería de mi ahora si hubiese empezado en otro lugar? Quizá ocupase un cargo de mayor relevancia y disfrutase un sueldo más que generoso. O es posible, por el contrario, que ahora estuviese rumiando del paro tal y como tienen la mala suerte de hacer más de cuatro millones de españoles. Lo que tengo bien claro es que en otro lugar de trabajo no hubiese conocido a un grupo de compañeros tan extraordinario como el que nos juntamos en aquella obra junto a San Agustín de Guadalix. A la obra la bautizaron como "La Pesadilla" en honor al nombre con el que habían bautizado aquel descampado durante la Guerra Civil. Y aunque doy fe que, laboralmente, viví una auténtica pesadilla en aquellos dos años de duro aprendizaje, gracias a aquellos compañeros pude vivir, también, muchos sueños. El pasado viernes, como cada año por estas fechas, volvimos a encontrarnos y, una vez más, terminamos ebrios de felicidad ante tanto recuerdo.

1 comentario:

sagra dijo...

Quédate con esos buenos amigos q conociste en tu primera obra, y no pienses en lo que pudo haber sido y no fue porque sin duda el presente que tenemos con más o menos dinero es sin duda maravillosísimo.
Joer como me he expresao eh? lo he bordao