domingo, 3 de julio de 2011

Lunes

Ya resulta difícil vivir amargado en el trabajo como, para colmo, tener que soportar un lunes. A menudo, en cada llamada vespertina (a veces nocturna) una vez monto en el coche y comunico que terminó la jornada laboral, Sagrario me pregunta que qué tal. En general, a la pregunta de marras, cuando la gente la suele realizar más por cortesía que por interés, he tendido a contestar con un escueto "bien" porque, más que la verdad, muchas veces intento ahorrarme las explicaciones. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, por confianza, cercanía y deber, contesto una verdad cada tarde: "¿Qué tal?", "Amargado". Así me siento, a sesenta kilómetros de mi casa, con dos horas de vida diarias metido en un coche, con un jefe que va de gracioso e interesante y no tiene ni puta gracia ni el más mínimo interés, en una empresa que aprieta hasta ahogar y en unas condiciones que me hacen replantear todas mis aspiraciones. Y encima es lunes, qué más voy a decir.

2 comentarios:

Sagra dijo...

Venga hombre, que hay cosas peores, ya sé que está siendo duro y más porque echas más horas que un sereno, pero más duro sería estar en la lista de la gente que está en el paro, demasiado que estamos sobreviviendo a esta crisis, y como dicen: lo importante es tener salud, asi que hay que conformarse con lo que hay.
Ánimo que vales un montón.
Besotes

lili dijo...

A ver que te digo despues del comentario de la Sa!!!! que mucho animo que cambiarán las cosas hay que tener esperanza y tiene toda la razon Sa, que lo importante es tener salud y animo para mandar a tomar por .. al jefe, a los lunes... aunque solo sea interiomente. MUCHO ANIMO CRISPINNN