jueves, 5 de marzo de 2020

Entender o no querer

Existe un punto de maniqueísmo en la manera de entender cada mensaje, una ambivalencia cognitiva que, conducida por el éxtasis ideológico termina generando un debate unilateral, porque nadie querrá dar su brazo a torcer cuando crea que tiene razón simplemente porque el odio hacia lo opuesto así se lo ha dictado.

Pero, para entrar en el debate, es necesario entender primero el contexto del mensaje. Porque se trata de eso, de entender o de no querer. Cuando la ministra Montero habla de "Sola y borracha quiero llegar a casa" no se refiere a una intocabilidad tangible en lo práctico, se refiere a que ninguna mujer debe ser víctima de abuso alguno sólo porque su condición de invulnerabilidad así lo certifique.

Por supuesto que seguirá habiendo chicas que beban alcohol y practiquen sexo, por supuesto que seguirá habiendo chicas que busquen compañía para llegar a casa y por supuesto que seguirá habiendo chicas que salgan en busca de sexo porque nadie tiene la patente de cómo deben pasarlo bien los demás. Pero mientras no tengamos claro que el alcohol es un vehículo hacia el abuso, que la soledad es una oportunidad para el miedo y que la mujer es un objeto sexual para muchos hombres, seguiremos sin entender el mensaje. Y, lo que es peor, sin querer entenderlo.

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