viernes, 27 de marzo de 2020

Tiempo

Tiempo para pensar, para valorar, para tenernos en cuenta, para tener en cuenta lo que no teníamos, para conocer a los demás, para conocernos a nosotros mismos, para mirar atrás y saber lo que nos perdimos y para mirar hacia adelante y preocuparnos por aquellos que creíamos olvidados. Porque nada mueve el mundo como la confraternización, nada nos mueve como el deseo de ser útiles.

Y ahora, más que nunca, es tiempo para ser útil. Tiempo para obedecer, para quedarse en casa, que no cuesta tanto, para colaborar en la contención de un bicho que nos está retratando como especie y nos está juzgando como sociedad. Tiempo para saber lo que somos y tiempo, sobre todo, para saber lo que queremos ser.

Tiempo para perdonar, pero también para pedir perdón. Tiempo para reír, para esperanzarse, pero también para poder llorar, para arrepentirse por los errores, para arrepentirse, sobre todo, por lo que no nos atrevimos a hacer. Para dejar que las heridas curen, para dejar que las cicatrices nos sigan recordando lo que fuimos y, sobre todo, lo que queremos ser. Tiempo para ser, tiempo para seguir amando.

No hay comentarios: