lunes, 16 de noviembre de 2009

Un buen amigo

Volver a ver a un buen amigo siempre es motivo de regocijo. Si el amigo es Juanra, la situación se torna en mucho más especial.

Sucede entre nosotros que, por culpa de la distancia y la pereza nos vemos mucho menos de lo que deseamos. Aunque nunca perdemos el contacto por la vía telefónica, no es lo mismo la frialdad de un auricular que el calor de una cerveza en mesa compartida. Nos entendemos tan bien que raramente discutimos y si lo hacemos la cordialidad es casi envidiable.

He de reconocer que no soy tipo de muchos amigos pero puedo presumir que los que tengo son amigos de verdad.