viernes, 5 de noviembre de 2010

No se puede estar más harto

Me dijo ayer mi hermano que hay gente que trabaja poco y desarrolla mucho y los hay, por el contrario, que trabajan mucho tiempo y no desarrollan apenas nada. A mí me ha tocado uno de estos últimos, y si le añadimos que, además, es capaz de entretenerse con el vuelo de una mosca, sale una fórmula de cabreo que mejor no pienso empezar a calcular. Sigo estando muy quemao.

Y es que, por mucho que me digan (que no me lo dicen), que pueda llegar a ser normal, yo no veo ni un ápice de normalidad eso de salir de trabajar a las dos de la mañana ¡Qué locura, por Dios! ¡Y qué hartura! Y lo peor es lo que queda por delante, porque aún hay candela en el brasero.

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