lunes, 16 de abril de 2012

Seguimos dando ejemplo

Hemos sido el mal ejemplo recurrido por Sarkozy a lo largo de su campaña electoral en pos de revalidar su mandato como presidente francés ¿Queréis acabar como España? Les decía a sus seguidores en alusión a darle el voto al partido socialista. Las cifras son escandalosas: tasa de paro histórica, prima de riesgo en valores de rescate, inflacción por las nubes..., pero debe ser que no pasa nada.

Fuimos el mal ejemplo para Mario Monti, ese tecnócrata izado al poder como salvador de la economía italiana que alardeó de haber realizado todos sus deberes en contra de lo que había hecho España. Es decir, no realizarlos. Ninguneó las medidas, infravaloró los ajustes y criticó los recortes. Pero debe ser que aquí no pasa nada.

Hasta ayer, la imagen que España daba al mundo era de un país en caída libre, suplicando ayuda y con el agua al cuello por culpa de unos políticos ineptos, unos banqueros avariciosos y unos empresarios aduladores. Pero eso era ayer. Hoy la imagen es otra. La imagen es la de nuestro Rey posando junto a un trofeo de caza: un elefante de varias toneladas de peso. Esa es nuestra imagen moral frente al mundo ante todo lo que está cayendo. Debería decir que tenemos lo que nos merecemos, pero yo no me merezco todo esto. Ni yo, ni la mayoría que estamos pagando este caos sin haber hecho absolutamente nada por generarlo. Chanza y pandereta lo llaman. Hijoputismo y sinvergüencería también.

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