martes, 10 de diciembre de 2024
Yoísmo
lunes, 18 de noviembre de 2024
El cetro de Ottokar
Me convertí en un fan incondicional de las aventuras de Tintín el día que abrireron la primera biblioteca pública en mi barrio. Los niños de entonces, sin los entretimientos caseros de hoy en día, buscábamos nuestros sueños en aventuras escritas con letras de pasión. Tintín era un joven reportero que, acompañado de su perro, indagaba en los misterios que iban ocurriendo a lo largo del planeta. Y en aquella época éramos muchos los niños que queríamos ser como Tintín.
En la aventura detallada en "El cetro de Ottokar", Tintín viaja a Syldavia al enterarse de la noticia de que el cetro del rey será robado con el fin de que el país se anexione a Borduria. Con una trama magníficamente relatada, Hergé juega con la historia y pone nombres encriptados a Hitler, Alemania y Polonia. Como siempre, nuestro amigo Tintín, gracias a sus pesquisas, consigue desentramar el plan y, con ello, la paz para Syldavia.
viernes, 25 de octubre de 2024
La erótica del poder
miércoles, 2 de octubre de 2024
Aurelio
jueves, 12 de septiembre de 2024
Bill Russell
viernes, 23 de agosto de 2024
Club Estado
lunes, 22 de julio de 2024
La Lili
lunes, 17 de junio de 2024
Poner en tela de jucio
El sistema romano impuso los juicios de la manera como hoy los conocemos. Quizá no con tanta sofisticación ni oportunidades de defensa para el acusado, pero al menos se reunían, daban oportunidad a las partes y dictaban sentencia. Pero los juicios no eran sino la última fase de una serie de pesquisas que comenzaban con la negociación en la empalizada.
La empalizada no era otra cosa que un lugar cerrado donde se discutían los asuntos que eran susceptibles de ir a juicio. Aquella empalizada, derivado su nombre al romano, se conocía como "tela". Era por ellos que se decía que los casos estaban en la tela. De ahí saldrían los pleitos que se resolverían mediante juicio o los que derivarían directamente en una sanción sin proceso previo.
Es por ello, que desde entonces, decimos, cuando nos cuentan algo que no terminamos de creernos, por inverosímil o por incoherente, que preferimos ponerlo "en tela de juicio", es decir, preferimos verificar los hechos, contrastar los sucesos y si averiguamos que es cierto, entonces darle la calidad de real.
miércoles, 22 de mayo de 2024
El barro
martes, 30 de abril de 2024
La tensión
martes, 23 de abril de 2024
La fuente
Son pocos los parques en los que sobrevive el modelo clásico. Pila de color verde, con forma de botella de Coca-cola y coronada por una forma pirámide circular. En algunas había que ser un chico fuerte para apretar el botón y que el agua saltase como si le hubiese pillado de sorpresa. El truco consistía en saber dejar apretado el botón mientras te abocicabas en busca del torrente. Si el botón era demasiado duro, la mano cedía y entonces te las tenías que buscar para apagar la sed con pequeños chorritos.
miércoles, 17 de abril de 2024
La tormenta
miércoles, 10 de abril de 2024
Navarra
miércoles, 13 de marzo de 2024
Mark Spitz
jueves, 29 de febrero de 2024
El sillón
jueves, 15 de febrero de 2024
De la música a las palabras
jueves, 8 de febrero de 2024
Armar la marimorena
Ocurrió que cierto día acudieron a beber a la taberna algunos soldados, fatigados, que regresaban de los tercios. Como quiera que la única sed que avivaba su ánimo era la del buen vino, solicitaron al tabernero unos pellejos que colgaban de una de las paredes del establecimiento. Ante la negativa del dueño a servirles aquel vino, alegando que el mismo estaba reservado para clientes de mayor postín, los soldados organizaron una sonora protesta que terminó en bronca descomunal.
No hubiese sido tanta la fama de la tabernera de no haber sido ella la mayor protagonista en aquella pelea. María Morena repartió lo suyo y lo de su marido. Volaron sillas, hubo sangre, cayeron dientes y algún hueso hizo croc. Ya en el calabozo, cada uno de los participantes en el alboroto dio su versión de los hechos y en lo que todos coincidían era en la bravura y fuerza de la tabernera.
Desde entonces, en los corrillos populares de la ciudad, a cualquier algarabía, alboroto o pelea producida en las calles se le llamó "armar la marimorena". Aquella expresión fue extendiéndose hacia el resto de España hasta el punto de que ante cualquier bullicio de carácter público y colosal, solemos decir que "se ha armado la marimorena". Y todo en homenaje a la esposa del dueño de la vieja taberna situada en la Cava Baja madrileña.
miércoles, 31 de enero de 2024
El mensaje
jueves, 25 de enero de 2024
Urgencias
miércoles, 17 de enero de 2024
El misterio de la cripta embrujada
Otro de los libros que nos mandaron leer en el colegio fue "El misterio de la cripta embrujada" de Eduardo Mendoza. Solamente leer el título ya llamaba la atención. La historia, trufada de varios personajes, cuenta la investigación de un inspector de policía sobre la desaparición de un niño. Para ello contará con la ayuda de un ex convicto y la hermana de este. Una aventura por la Barcelona de mitad del siglo XX que nos enganchó a todos gracias a sus giros y sus intrahistorias. Una buena primera novela para iniciarse en el hábito de la lectura.
miércoles, 10 de enero de 2024
El precio
martes, 9 de enero de 2024
La fragilidad de la vida
Nuestro inconformismo nos hace situarnos siempre del lado del qué será, porque cuando lo tenemos todo no somos conscientes y cuando no tenemos nada gustamos de regodearnos en la miseria, pero la realidad, más cruda que torpe, nos habla con frases tan costumbristas que a menudo decidimos hacer oídos sordos y seguir imaginando imposibles con tal de no afrontar el futuro con sencillez. Lo importante es tener salud, nos dicen y es tan elocuente y tan de perogrullo que tratamos de sonreir mientras pasamos palabra y seguimos en el camino por inercia. Muchas veces sin tener claro hacia donde vamos.
La muerte nos ha vuelto a poner de cara a la realidad. Una ausencia en un grupo de primos es un latigazo en el alma y un zarpazo a los sueños de realidad. La prima Gema se marchó rápido, tan rápido que apenas hemos sido capaces de digerirlo. Ya no estará más en los saludos mañaneros, ni en las felicitaciones anuales, ni en los chascarrillos espontáneos. Al final dejamos los planes a un lado y nos acomodamos a situaciones cotidianas; sacar el móvil y pulsar la pantalla. Ya no habrá más emoticonos y sin embargo, los que seguimos aquí, nos quedamos con una triste sensación de oportunidad perdida. Tanto tiempo para poder vernos que al final la vida se nos pasó haciendo un plan en el que no creímos. Y al final nos terminamos viendo enjuagando una lágrima y musitando una promesa. Otra vez será. Quizá. Pero cuando sea, por nuestra dejadez y nuestra manera de vivir de espaldas, será con una menos.
Descansa en paz, prima.