martes, 10 de diciembre de 2024

Yoísmo

Vivimos en una trepidante época de necesidad de reafirmación individual. Vemos la vida a través de los filtros y nos imaginamos siendo quienes nunca seremos solo con la intención de poder narrarlo al portador. Instagram, Tik Tok, Facebook, Twitter... todo cuenta a la hora de negociar un segundo de aplomo y un minuto de atención. Por ello, cada vez que nos juntamos, aunque seamos huéspedes de una sobremesa, solemos mirarnos el ombligo y citarnos cada dos por tres tratando de interrumpir siempre el discurso del compañero. Yo, yo, yo, yo, yo y cien veces yo.

Se ha convertido en corriente el recurrir a las experiencias propias para responder ante las experiencias ajenas. Pues cuando yo estuve en, cuando yo fui a, cuando yo comí allí. De ese modo, dejamos claro al interlocutor que vamos un paso por delante de él y que si él también reafirma su ego, entonces rebuscamos cualquier anécdota insignificante para pintarla de papel charol y hacer con ella un triunfo personal.

Es la época del yoísmo, aquella que nos presenta a los mejores trabajadores de su empresa, a los mejores padres en el parque, a los mejores educadores en casa y a los mejores consejeros a la hora de afrontar cualquier vicisitud. Para qué buscarse un amigo si ya te tienes a ti mismo. Bueno, para contarle todo lo que haces y lo bien que lo haces.

lunes, 18 de noviembre de 2024

El cetro de Ottokar


Me convertí en un fan incondicional de las aventuras de Tintín el día que abrireron la primera biblioteca pública en mi barrio. Los niños de entonces, sin los entretimientos caseros de hoy en día, buscábamos nuestros sueños en aventuras escritas con letras de pasión. Tintín era un joven reportero que, acompañado de su perro, indagaba en los misterios que iban ocurriendo a lo largo del planeta. Y en aquella época éramos muchos los niños que queríamos ser como Tintín.


En la aventura detallada en "El cetro de Ottokar", Tintín viaja a Syldavia al enterarse de la noticia de que el cetro del rey será robado con el fin de que el país se anexione a Borduria. Con una trama magníficamente relatada, Hergé juega con la historia y pone nombres encriptados a Hitler, Alemania y Polonia. Como siempre, nuestro amigo Tintín, gracias a sus pesquisas, consigue desentramar el plan y, con ello, la paz para Syldavia.

viernes, 25 de octubre de 2024

La erótica del poder

La erótica del poder se define como esa atracción ajena ante alguien en una situación decisoria, ese poder de atracción que ejerce el tipo, generalmente un hombre, sobre una persona y que suele oscilar entre la admiración y el deseo sin tener que ser complementarios necesariamente. No existiría ningún problema si dos personas adultas se acuestan previo acuerdo y consentimiento, sí ocurre, al contrario, si, pese al acuerdo y el consentimiento, el acto se convierte en un relato de humillación, maltrato y abuso de la situación. Eso es asqueroso y merece escarnio y castigo. Cierra y no vuelvas, Íñigo.

miércoles, 2 de octubre de 2024

Aurelio

- ¿Qué quieres?

Te lo preguntaba así, de forma seria, sin mudar el semblante, mientras permanecía en el umbral de su casa con la puerta abierta. Y él sabía lo que querías y seguidamente te decía "anda, pasa" y te daba una collejita cariñosa cuando pasabas a su lado en busca de un lugar libre en el salón. Porque el Segundo C era la casa de todos.

Aurelio era el anfitrión de todos los niños que queríamos ver el partido del domingo en el Canal Plus. Daba igual Aleti, que Madrid, que Barça, el Plus era la novedad, el fútbol era nuestra pasión y Aurelio nos acogía a todos de buena gana, aunque siempre tuviese esa seriedad impostada para no perder la esencia del personaje.

En aquel salón lleno de humo de tabaco y voces de niños y padres, cantamos goles, bingos y algún cumpleaños feliz. Las fiestas en el Segundo C llegaban hasta el pasillo del portal, en el que los más pequeños jugaban a las carreras mientras los mayores brindaban con una copa de whisky DYC.

Carlos y Marcos fueron los primeros en tener un ordenador y los pioneros en tener una Nintendo y allí acudíamos todos a pasarnos el Mario Bross o a ganar una Copa de Europa con el Atleti en el PC Fútbol. Al final Aurelio se ha ido sin ver la Copa de Europa, pero ha visto a su Atleti en lo más alto y a su Getafe en Primera. Tampoco pedía mucho más, pero si podía, te lo daba todo.

Y cuando llegaba la hora de descansar y sabía que tenía que librarse de todos aquellos mocosos, abría la puerta y nos decía:

- ¡Qué pasa! ¿Que no tenéis casa?

Y al día siguiente, sabiendo que nos iba a abrir de nuevo la puerta, volvíamos a llamar.

- ¿Qué quieres? - Decía.

Y vuelta a empezar.

Queremos recordarte y que descanses en paz, Aurelio.

Gracias por tantos momentos.

jueves, 12 de septiembre de 2024

Bill Russell



Hubo un tiempo en el que un tipo engordaba las estadísticas mientras que otro engordaba el palmarés. En una época en la que ser deportista de élite en Estados Unidos siendo negro era una profesión de riesgo, Wilt Chamberlain y Bill Russell se prometieron rivalidad eterna e hicieron saltar chispas en cada enfrentamiento. Wilt siempre metía más puntos, pero Bill ganaba siempre sus partidos. Y es que los elegidos lo son porque cuando llegan los grandes momentos no aparecen sombras sino realidades. La leyenda de Bill Russell aún cuelga de su camiseta inmortalizada en el Boston Garden. Aquel equipo, hoy de nuevo campeón, aprendió a ganar en una década mágica en la que no dejaron que nadie les tosiera y la que su pivot era el tipo que dominaba los tiempos, los espacios y los campeonatos.

viernes, 23 de agosto de 2024

Club Estado

A menudo solemos escuchar cantos de insatisfacción desde púlpitos de saciedad exclamando protestas ante la posibilidad de encontrar un rival en el camino o una piedra en el sendero y tratamos de discutir en balde contra aquellos tarugos de la incomprensión que dicen que Guardiola dispara con balas de cañón, que el PSG juega con la ventaja de los petrodólares o que otros equipos, que siguen sin deponer las armas, cuentan con el apoyo de un estado saudí tras su gestión lo que dan a denominar como Club Estado de una manera cruenta e indescriptiva con la intención de hacer saber que las victorias de su equipo, el único que debe haber en el mundo, están sulfatadas de heroicidad y admiración porque ya sabemos que están sólos contra todos y que no hay más ciego que el que no quiere ver y, sobre todo, el que no quiere escuchar la verdad del barquero.

Y la verdad es que el Real Madrid saldó su deuda gracias a una inyección de dinero proveniente de una recalificación ilegal aprobada por el Ayuntamiento del Madrid en connivencia con el gobierno de España, que su presidente, cabeza invisible en cada caso de corrupción, se ha lucrado a nuestra costa después de desastres como el Castor o las ruinosas autopistas, que consiguió un crédito multimillonario de Caja Madrid cuando miles de ancianos perdían sus ahorros por maniobras ilícitas de una entidad que aseguró haber quebrado, que ha recibido decenas de créditos ICO a un interés irrisorio cuando estos deberían estar destinados a fines menos lucrativos en lo general y más productivos en lo particular, que ha conseguido que la Comunidad de Madrid diseñe a una política fiscal a medida de sus millonarios fichajes, que ha logrado, así a dedo y por seis milloncitos de nada, un terreno para un parking que el consistorio de Madrid había tasado en quinientos millones, que se pasa por el forro las normativas de ruido teniendo a los ediles públicos dispuestos a recurrir sentencias, que cuenta con la connivencia de los medios de comunicación, los estatutos deportivos y los comités de arbitraje, que se puede permitir negocios con aquellos países del petróleo cuya inyección en rivales tanto critica sin la necesidad de llamarlo palancas y que, sobre todo, saca pecho por una gestión intachable cuando la realidad es que, sin un estado detrás, no hubiese logrado ni la mitad de lo celebrado.

Y todavía se atreven a decir que otros son los clubes estado.

lunes, 22 de julio de 2024

La Lili

El dicho de de buena es tonta se le ajusta a la perfección, pero no es tonta por su capacidad intelectual ya que es lista e ingeniosa, sino tonta porque por no hacerle un mal a nadie se lo termina haciendo a sí misma. Si la empatía tuviese imagen en el diccionario sería su cara y si la bondad recrease a una persona para mostrar su ley, sería ella la elegida. Siempre anda con la pena hacia los demás y es un trozo de pan sin miramientos ajenos. Ella es mi cuñada, es una de las mejores personas que conozco y mientras lo siga pasando mal ahí estaremos nosotros para ser siempre su tabla de salvación. No se merece otra cosa.

lunes, 17 de junio de 2024

Poner en tela de jucio

El Imperio Romano concibió los primeros grandes proyectos de Estado tal y como hoy los conocemos. Su ingeniería y arquitectura aún inspira a muchos de los proyectos actuales, pero por si algo se distinguieron del resto de imperios anteriores fue por el dictado de sus leyes. El derecho romano puso la primera piedra a lo que más tarde se terminaría convirtiendo en las particulares judicaturas nacionales.


El sistema romano impuso los juicios de la manera como hoy los conocemos. Quizá no con tanta sofisticación ni oportunidades de defensa para el acusado, pero al menos se reunían, daban oportunidad a las partes y dictaban sentencia. Pero los juicios no eran sino la última fase de una serie de pesquisas que comenzaban con la negociación en la empalizada.

La empalizada no era otra cosa que un lugar cerrado donde se discutían los asuntos que eran susceptibles de ir a juicio. Aquella empalizada, derivado su nombre al romano, se conocía como "tela". Era por ellos que se decía que los casos estaban en la tela. De ahí saldrían los pleitos que se resolverían mediante juicio o los que derivarían directamente en una sanción sin proceso previo.

Es por ello, que desde entonces, decimos, cuando nos cuentan algo que no terminamos de creernos, por inverosímil o por incoherente, que preferimos ponerlo "en tela de juicio", es decir, preferimos verificar los hechos, contrastar los sucesos y si averiguamos que es cierto, entonces darle la calidad de real.

miércoles, 22 de mayo de 2024

El barro

El barro es un manto negruzco que salpica los zapatos y te hace caminar incómodo, es una barricada en territorio enemigo que te impide expresar sin ser censurado, es una montaña imposible de asaltar sin verte engullido por sus arenas movedizas, es un camino sin estrellas en cuya línea de meta está escrito tu nombre y tu esquela. Porque en el barro se mueven los poderosos, los altaneros, los adláteres y los interesados. Y es que el barro es el lugar en el que se revuelcan los cerdos y en el que la dignidad se queda en una anécdota a la hora de comer. La máquina de barro no va a parar de producir mierda por más que el presidente amague y los productores no van a desenchufar el aparato por más que la sensatez les suplique un poco de árnica. Difama, que algo queda.

martes, 30 de abril de 2024

La tensión

Los sofocos, los suspiros, los partidos del Atleti, los cierres exprés, los cabreos por nada y hasta los que tienen motivo, todo hace que la tensión me suba y, a veces, me duela también la cabeza, otras veces mucho, como ayer, y me asusto. Así que, Pablo, relájate y deja que las cosas pasen como pasen, si no dependen de ti, con más motivo y si dependen de ti, pues tómalo como un aprendizaje para no repetir errores ¿Aprenderé a ser zen y contar siempre hasta diez? Pues conociéndome, quizá no, pero por mi salud, más vale que sí.

martes, 23 de abril de 2024

La fuente

Todos hemos bebido alguna vez de la fuente del parque. A pesar de las advertencias de nuestras madres, reprochando a menudo nuestro abocicamiento sobre el caño metálico. "¡No chupéis!", nos gritaban. "¡Ahí beben los perros directamente del grifo!", nos decían. Pero a nosotros aquellas historias de animales sedientos nos traían sin cuidado. Después de un partido de fútbol de dos horas y con el sol de verano pegando en las costillas, era inevitable que, sudorosos y sedientos, nos acercásemos a la fuente para bebernos casi un río.


Son pocos los parques en los que sobrevive el modelo clásico. Pila de color verde, con forma de botella de Coca-cola y coronada por una forma pirámide circular. En algunas había que ser un chico fuerte para apretar el botón y que el agua saltase como si le hubiese pillado de sorpresa. El truco consistía en saber dejar apretado el botón mientras te abocicabas en busca del torrente. Si el botón era demasiado duro, la mano cedía y entonces te las tenías que buscar para apagar la sed con pequeños chorritos.

miércoles, 17 de abril de 2024

La tormenta

Las tormentas suelen ser mensajeras de un desastre o, al menos, avisadoras en ciernes de un peligro casi inminente, por lo que, cuando anuncian cielos negros y vientos helados, solemos escondernos en casa por temor a que nos pille desprevenidos y una ráfaga, un rayo o una corriente nos lleve por delante. Por eso, guardar silencio, esperar pacientes y rezar porque no haya daños considerables, es nuestra única receta ante el desastre, porque sabemos que siempre que llueve escampa, que pasada la tormenta y arreglados los caminos, la vida sigue su cauce, unos van a su rosal, otros a su portal y el avaro a sus divisas.

Es por ello que ciertos políticos, a día de hoy, cuando les ataca una tormenta de distinto ímpetu, sean como sean las verdades y provengan de donde provengan los ataques, el acusado, culpable o no, escoge la estrategia del prudente, se encierra en casa, pone la televisión y mira por la ventana esperando a que escampe la tormenta y los daños, aunque sean colaterales, invadan lo menos posible el espacio personal confiando en el tiempo y los recursos ayuden a engrosar el olvido.

El novio de la señor Ayuso se ha lucrado de manera vil y servil a costa de su influencia en la planta noble de la Comunidad, ha regado de dinero a los directivos de la empresa que está cercenando a la sanidad pública y, para más inri, se ha sentido tan impune que ha sido capaz de defraudar a la Hacienda Pública la gran mayoría del dinero ganado de forma inmoral.

He ahí la tormenta.

¿La estrategia? Lanzar consignas populistas, abocarse a la capacidad de ocultación de los medios de propaganda y, sobre todo, esperar a que escampe. Quizá cuando pase un tiempo y el lawfare vire, esta vez, en su favor, saldrá de nuevo sacando pecho y mayoría absoluta. Porque este país la sinvergonzonería de sus gobernantes es directamente proporcional al aborregamiento de sus ciudadanos.

miércoles, 10 de abril de 2024

Navarra

Hace poco hacía recuento con los compañeros de trabajo sobre las comunidades autónomas de España que habíamos pisado y entonces me di cuenta de que nunca había estado en Navarra. Eso es un error, claramente, porque se trata de una tierra bizarra que fue reino por derecho y que nos ha dejado un legado de monumentos y paisajes dignos de admirar. Así que, en un intento de corregir mis errores, conduje a la familia hasta Navarra para vivir la que ha sido, hasta ahora, nuestra última aventura juntos y bien que no queremos que sea la última porque nos ha vuelto a reconciliar con la vida y a darnos cuenta de que juntos estamos la mar de bien. Próximo destino; Zamora.

miércoles, 13 de marzo de 2024

Mark Spitz

 

Las letras mayúsculas, en el deporte, se escriben en acontecimientos de gran expectación. Puedes ganar un mundial regateando a once ingleses, puedes ganar seis veces la NBA siendo el mejor durante todos los partidos o puedes ganar el Grand Slam con un juego tan perfecto que hasta los incrédulos terminan con la boca descubierta. Pero si hay un acontecimiento ideado para que los reyes se conviertan en dioses este son los Juegos Olímpicos. En Munich, Mark Spitz no sólo confirmó lo que había prometido en México sino que fue tan rápido y tan perfecto que se colgó tantos oros como carreras disputó. Durante muchos años fue el líder supremo en la religión del agua, hasta que un tal Michael Phelps, con su insolencia, se atrevió a romper la historia aunque jamás pudiese hacer daño a la leyenda, porque donde hay un pionero, la gesta vale por dos, primero por abrir una brecha y segundo por hacer saber que el ser humano puede no tener límites.

jueves, 29 de febrero de 2024

El sillón

Existe un sentido inherente en el ser humano que es el de la comodidad. A nadie le gusta trabajar, eso lo daremos por descontado, por ello, cuando se encuentra un trabajo apto a las consecuencias aunque sea completamente inapto a las circunstancias, nos resulta muy difícil manejar una opción de cambio, porque si las remuneraciones son altas y los esfuerzos son bajos, el premio obtenido termina siendo mucho mayor del esperado y por ello nos negamos a renunciar a nuestra posición de privilegio.

Si el premio a una carrera de abyecciones y escaladas es el de llegar a diputado, es mucho mayor el rechazo a renunciar al privilegio porque allí, aforamientos aparte, encuentras cierta seria de privilegios que escapan al ciudadano común. Por ello, puedo imaginar al señor Ábalos tratando de idear mil excusas y buscando la mejor huída hacia adelante que le permita mantenerse en su lugar, porque mejor que allí, al calor del estado, no va a estar en ningún sitio y quizá si algún día, si tiene la suerte de encontrar la puerta giratoria que le haga regresar al mundo de los vivos en condiciones óptimas, saldrá por patas de la manera más cobarde posible gritando aquello de santa rita lo que se da no se quita.

Porque se puede tener en contra al gobierno, se puede tener en contra a la oposición, se puede tener en contra a la opinión pública y se puede tener en contra a la ciudadanía, pero amigo, el sillón es el sillón y con lo que cuesta conseguirlo, no va a haber ni juez ni parte que me obligue a levantar mi trasero de él porque ¿Dónde voy a estar más calentito?

jueves, 15 de febrero de 2024

De la música a las palabras

Madurar no sólo implica tomar decisiones trascendentales porque generalmente, son los pequeños cambios en la cotidianidad los que nos van marcando el camino hacia la madurez. Para mí, la radio magazine murió con Iñaki Gabilondo y aunque Francino supo ocupar un lugar con solvencia en aquellas mañanas de trabajo, cuando se pasó a las tardes desintonicé la radio informativa del dial del coche para pasar a la radio musical. Pero como quiera que la repetición de las mismas canciones al final lleva a trasladarte hasta el tedio, primero fueron los podcast los que ocuparon mis viajes y ahora, más apoyado en el deseo de saber que en la inquietud de descubrir, he descubierto los audiolibros como compañeros perfectos para esos atascos infernales camino del trabajo. Allí, mientras pongo en orden mis ideas y trato de cumplir mi guión entre facturas, contratos y controles de personal, sigo con los podcast, pero siempre deseando volver al coche para inmiscuirme en el mundo de la literatura y dejarme llevar en volandas por esas historias que tanto me han gustado leer desde pequeño.

jueves, 8 de febrero de 2024

Armar la marimorena

En la segunda mitad del siglo XVI, existía, en la Cava Baja madrileña, una taberna de postín y trago largo, regentada por un matrimonio bien avenido. Él era Alonso de Zayas y de ella se sabe que tenía por nombre María y sus cabello, al igual que su tez, eran de color moreno. Debido a ello, y a que aquella señora María llevaba el gobierno de la taberna y del matrimonio, se dio llamar a aquella tasca el nombre de taberna de la María Morena. Una mujer de armas tomar según dieron fe los posteriores escritos.


Ocurrió que cierto día acudieron a beber a la taberna algunos soldados, fatigados, que regresaban de los tercios. Como quiera que la única sed que avivaba su ánimo era la del buen vino, solicitaron al tabernero unos pellejos que colgaban de una de las paredes del establecimiento. Ante la negativa del dueño a servirles aquel vino, alegando que el mismo estaba reservado para clientes de mayor postín, los soldados organizaron una sonora protesta que terminó en bronca descomunal.

No hubiese sido tanta la fama de la tabernera de no haber sido ella la mayor protagonista en aquella pelea. María Morena repartió lo suyo y lo de su marido. Volaron sillas, hubo sangre, cayeron dientes y algún hueso hizo croc. Ya en el calabozo, cada uno de los participantes en el alboroto dio su versión de los hechos y en lo que todos coincidían era en la bravura y fuerza de la tabernera.

Desde entonces, en los corrillos populares de la ciudad, a cualquier algarabía, alboroto o pelea producida en las calles se le llamó "armar la marimorena". Aquella expresión fue extendiéndose hacia el resto de España hasta el punto de que ante cualquier bullicio de carácter público y colosal, solemos decir que "se ha armado la marimorena". Y todo en homenaje a la esposa del dueño de la vieja taberna situada en la Cava Baja madrileña.

miércoles, 31 de enero de 2024

El mensaje

Dice nuestra querida presidenta de la Comunidad que invita a los jóvenes a que trabajen, que se animen, que no se queden en casa, que desperecen, que no puede ser que no quieran trabajar y que hay muchos empleos allá afuera para que ellos puedan agarrar una tabla de salvación y empezar a vivir la vida. Porque también dice, al hilo de esto último, que hay muchos jóvenes con ganas de vivir aventuras, de disfrutar su libertad, de apostar, de disfrutar, de ser capaz de descubrirse a uno mismo.

Los mensajes de la ultraderecha, porque no me cabe duda de que doña Isabel se encuentra en ese espacio ideológico, son dardos al corazón de la gente. Simplismos que hacen creer que algo bueno nos espera cuando lo que está diciendo a los jóvenes de familias humildes es que se dejen explotar, que no dejen que los extranjeros les quiten los trabajos como si no trabajasen a la desesperada porque los empresarios pagan salarios de mierda, que no rechacen nada porque ellos, cuando van de vacaciones a Sancti Petri les gusta que les atienda un español antes que un marroquí aunque ambos sean pobres, pero por eso de la imagen ya saben ustedes.

Y a los otros, los que no tienen necesidad de dejarse el alma por dos duros, les dice que disfruten, que vivan, que la vida es corta y que si ella sigue gobernando van a ser los adalides del futuro porque todo eso que veis allá puede ser vuestro, no renunciéis a vuestro trocito de mundo.

El mensaje es tan simplista, tan populista, tan demagógico y tan banal que ver como cala en la cabeza de la mayoría de la gente que adora a esta mujer sin remilgos, da mucho mucho mucho miedo.

jueves, 25 de enero de 2024

Urgencias

Hacía tiempo que no vivía una época de urgencias como la actual. Me refiero al terreno laboral, claro, que luego cada uno tiene su propia conclusión y aquí estoy yo, aguantando mi vela, mientras trato de capear un temporal cuyos vientos vienen cada vez más fuertes y revueltos. A la suma de obras se añade la suma de jefes y, con todo, la suma de trabajos. El problema es que cada uno cree que su trabajo es prioritario sobre los demás y cuando no debo priorizar un contrato debo hacerlo con una factura y si no con un comparativo y sino con un control de costes y así, con la lengua fuera todo el día y el corazón desbocado cuando me meto en la cama por la noche, empiezo a vivir una situación angustiante de la que trato de salir de la mejor manera posible; tratando de desconectar y tratando de no llevarme nada a casa. Realmente lo consigo y durante horas soy capaz de olvidar, hasta que llega la oscuridad y antes que el sueño llegan, de nuevo, ahí, las urgencias.

Dicen que la mejor manera de escapar es salir corriendo, pero también dicen que correr es de cobardes y conmigo no van a poder un puñado de papeles.

Eso espero.

miércoles, 17 de enero de 2024

El misterio de la cripta embrujada



Otro de los libros que nos mandaron leer en el colegio fue "El misterio de la cripta embrujada" de Eduardo Mendoza. Solamente leer el título ya llamaba la atención. La historia, trufada de varios personajes, cuenta la investigación de un inspector de policía sobre la desaparición de un niño. Para ello contará con la ayuda de un ex convicto y la hermana de este. Una aventura por la Barcelona de mitad del siglo XX que nos enganchó a todos gracias a sus giros y sus intrahistorias. Una buena primera novela para iniciarse en el hábito de la lectura.

miércoles, 10 de enero de 2024

El precio

Desde que el mundo es mundo y nos mueven las envidias y, por ende, el odio, los ciudadanos, ahora ya supuestamente civilizados, nos unimos de vez en cuando, generalmente un domingo, a celebrar eso que llaman fiesta del democracia con el objetivo de impedir que gobierne aquel al que nosotros no queremos. Porque no nos vamos a engañar, si votamos es más por consecuencia que por conciencia ya que imaginar un escenario con los de enfrente en el poder nos causa sarpullidos mentales y nos pone de frente con una realidad a la que no queremos mirar a los ojos.

El problema es cuando el precio a pagar es mucho más caro que el prometido. Porque nadie contaba con el escenario y porque pocos contaban con que mirar hacia otro lado iba a suponer una herida de difícil cicatrización. Yo, por mi parte, voté para que la ultraderecha no entrase en el gobierno y de aquel polvo ha llegado un barro en el que el presidente del gobierno, por más que trate de acallar el ruido con necesarias medidas anticrisis, ha de tener que rebozarse una y otra vez mientras sus enemigos le recuerdan los sucia que lleva siempre la camisa.

Es el precio a pagar por evitar el mal mayor. Es el precio a pagar, en fin, por mantenerse en el poder.

martes, 9 de enero de 2024

La fragilidad de la vida

Dijo John Lennon que la vida es aquello que pasa mientras hacemos planes. Es tan cierto como que no somos conscientes de la fragilidad de la vida hasta que nos encontramos de bruces con nuestra propia interpretación. Un tropiezo puede ser subsanado con una promesa, pero cuando es la muerte la que aparece para arrancarnos las tripas de un zarpazo, es cuando somos conscientes, de verdad, de que estamos aquí de paso y que todos aquellos planes que no cesamos de idear no son más que un cruce de caminos en el que nunca elegiremos la opción correcta.

Nuestro inconformismo nos hace situarnos siempre del lado del qué será, porque cuando lo tenemos todo no somos conscientes y cuando no tenemos nada gustamos de regodearnos en la miseria, pero la realidad, más cruda que torpe, nos habla con frases tan costumbristas que a menudo decidimos hacer oídos sordos y seguir imaginando imposibles con tal de no afrontar el futuro con sencillez. Lo importante es tener salud, nos dicen y es tan elocuente y tan de perogrullo que tratamos de sonreir mientras pasamos palabra y seguimos en el camino por inercia. Muchas veces sin tener claro hacia donde vamos.

La muerte nos ha vuelto a poner de cara a la realidad. Una ausencia en un grupo de primos es un latigazo en el alma y un zarpazo a los sueños de realidad. La prima Gema se marchó rápido, tan rápido que apenas hemos sido capaces de digerirlo. Ya no estará más en los saludos mañaneros, ni en las felicitaciones anuales, ni en los chascarrillos espontáneos. Al final dejamos los planes a un lado y nos acomodamos a situaciones cotidianas; sacar el móvil y pulsar la pantalla. Ya no habrá más emoticonos y sin embargo, los que seguimos aquí, nos quedamos con una triste sensación de oportunidad perdida. Tanto tiempo para poder vernos que al final la vida se nos pasó haciendo un plan en el que no creímos. Y al final nos terminamos viendo enjuagando una lágrima y musitando una promesa. Otra vez será. Quizá. Pero cuando sea, por nuestra dejadez y nuestra manera de vivir de espaldas, será con una menos.

Descansa en paz, prima.

martes, 2 de enero de 2024

Magnus Wislander

Los libros de historia del deporte están llenos de páginas glosando las bondades de tipos que hicieron una gesta o cumplieron una promesa, los hay más audaces capaces de conducir en su locura a todo un país, están los pioneros, aquellos cambiaron para siempre el libreto y luego están los tipos en los que cabe todo un manual de competición. Wislander fue al balonmano lo que Lebron pudo ser más tarde al baloncesto, un tipo capaz de jugar de todo y todo hacerlo bien, una sonrisa que contagiaba a un país y un esfuerzo constante para convertirse, sin duda, en uno de los mejores de la historia y en un referente para toda una generación.