miércoles, 28 de octubre de 2009

París bien vale una misa

París es una canción de amor en los brazos de una mujer hermosa. París es la mujer más hermosa durmiendo a mi lado en cada noche de Pigallé. París son escaleras hacia el cielo y un infierno montado en un metro. París son nubes grises y asfaltos encerados en sueño. París son jardines de princesas y palacios de príncipes. París son museos de importancia e importantes edificios con historia. París ya es parte de mi historia porque yo también tengo mi historia en París.

martes, 8 de septiembre de 2009

Suerte

Faltan unas horas para el que llegue el momento. En situaciones así solo cabe el optimismo y los ánimos. Mucha suerte en la operación. Nos volveremos a ver para seguir celebrando acontecimientos como Dios manda y como se merecen.

viernes, 4 de septiembre de 2009

La vida es muy difícil

La vida es muy difícil. Decisiones tan triviales como decidir con quién vas a pasar el fin de semana puede trastocar el ánimo de una u otra persona. A mi me lo han planificado por dos lados y sé que, decida lo que decida, voy a quedar mal con alguna de las dos partes. Entiendo la ilusión de las dos personas, pero yo no me puedo desdoblar. Lo que quisiera es que todos me comprendiesen a mí, aunque eso es mucho más difícil, por no decir imposible. La vida es muy difícil.

lunes, 31 de agosto de 2009

La madre que los parió

Andaba yo tan ricamente en mi tercer, cuarto o quinto sueño de la noche cuando me pareció escuchar un accidente de coche. "Serán sueños tuyos", pensé. Intentaba formalizar el sexto sueño cuando me despertaron ruidos de acelerones, frenazos en seco y golpes. Como ya me habían dicho que en la carretera del polígono adyacente, de vez en cuando hacen carreras ilegales, le eché la culpa a un par de flipados que tenían cosas más interesantes que hacer que dejar dormir a quien un lunes tiene que levantarse para trabajar.

Nada más lejos de la realidad. Ha sido sacar el coche del garaje esta mañana y ver un cordón policial rodeando el supermercado Spar de chinos que hay justo al lado del portal de entrada, justo en la esquina de la calle opuesta a la que da la ventana de mi habitación. Mis peores presagios se han confirmado cuando he visto un Opel Astra empotrado, de culo, contra la puerta de entrada del supermercado. Se habían llevado por delante las dos barras verticales de acero que había selladas al suelo, el cierre metálico y la luna. Muy fuerte.

Como le decía yo a mi compañero Quintana cuando trabajábamos juntos: "Amigo mío, estamos rodeados". (De hijos de puta, le quería decir).

jueves, 27 de agosto de 2009

Redes sociales

Desde que las relaciones sociales se fueron informatizando, el afecto ha pasado de ser una sonrisa abierta en la frente a una combinación espontánea de jotas y aes que suceden a la gracieta o al cotilleo. Para ponernos en contacto con un amigo y un familiar ya no necesitamos usar la voz ni la tecla de llamada del teléfono móvil, basta una conexión y un “a ver si está conectado”. Esto de las redes sociales nos está metiendo a todos en un feliz, y a la vez absurdo, agujero de ignorancia. Creemos saberlo todo de los demás y los demás creen saberlo todo de nosotros. Gracias a Dios, aún quedan cañas en los bares y aún no existen camareros virtuales en el Facebook.

lunes, 24 de agosto de 2009

El camino Schmid

Esta es la zona más suave, y posiblemente también la más bonita, de una de las rutas más concurridas de la sierra madrileña; el camino que transcurre entre Cercedilla y el Puerto de Navacerrada, también conocido como “Camino Schmid”.

Fueron cuatro horas de calzadas romanas cuesta arriba, caminos de polvo seco y sendas sinuosas entre pinos centenarios. Una pasada, vamos.

Lo peor fue casi la vuelta. Primero en el tren que llaman “De la naturaleza” y que es un simulacro de tren. Una cascarria de dos vagones que haría su primer servicio en los últimos años del franquismo. Por ello entendimos rápido su precio; cinco euros, viaje y atracción incluidos. Y después segundo palizón del día. Cuatro de la tarde, el chicharrero del peor fin de semana de agosto sobre la espalda y cuatro kilómetros picando hacia arriba para volver a por el coche.

No me extraña haberme pesado esta mañana y haber comprobado que peso cuatro kilos menos que el lunes pasado. Habrá que hacerse una de estas todos los sábados.

miércoles, 19 de agosto de 2009

¡Qué verano más largo!

Sé que ha habido otros años en los que he cogido vacaciones en septiembre y sé que a mí el calor no me puede como a la mayoría de la gente, pero aún así, el verano se me está haciendo eterno. Esto de salir los fines de semana y tener que hacer de nuevo la maleta los domingos para ver como la gente se queda en las terrazas, con su cervecita fresca y sin preocupaciones, me está pudiendo.

Quiero vacaciones.

jueves, 30 de julio de 2009

Madre en llamas

Nuestra madre es la Tierra. Más allá de quien nos parió, nos crió y nos dio una palmadita en la espalda el día que nos marchamos de casa, todos tenemos una madre común que es el planeta que nos empeñamos en destrozar. Cada vez que llega el verano tiemblo por los descuidos, los caprichos y las enfermedades de media docena de tarados dispuestos a arrasar con todo lo que nos hace seguir respirando.

Los bosques reciclan el CO2 convirtiéndolo en oxígeno, ayudan a manterner la biodiversidad y son nuestra única vía de escape a la contaminación que respiramos día sí o día también. Si nos cargamos todo el oxígeno, sin plantas de reciclaje, el efecto invernadero se hará más poderoso y al final todos terminaremos achicharrados como San Lorenzo.

Me revientan aquellos que lanzan colillas encendidas por las ventanillas de los coches, los que montan la merienda en el campo y se dejan todo sin recoger y, sobre todo, los que buscan el pelotazo de la recalificación en un terreno bien sembrado. Esos son los peores porque actúan a conciencia y sin el descuido que puede producir un acto espontáneo.

España vuelve a quemarse como cada verano y en cada árbol que se quema, se quema también un pedazo de nosotros. En las cárceles hay sitio para todo tipo de delincuentes. Para los hijos de puta que queman a nuestra madre, también.

martes, 21 de julio de 2009

Sofocos

Debo ser un tipo raro. Me gusta el calor, me gusta asarme. Claro que lo es también porque nunca he sentido la necesidad extrema de sentir un chorro de frío helándome la espalda. Desde la comodidad de mi silla de administrativo todo se ve más fácil; abajo, en la obra, los ferrallas y carpinteros aguantan estoicamente las inclemencias del sol mientras machacan, sueldan y anclan. Esos sí tienen derecho a quejarse.

Camino por la calle y veo a la gente resoplar. En su mayoría, son los mismos que, cuando llegue el invierno se quejarán del frío. El caso es quejarse. Yo lo reconozco, me encanta el verano. Dice Sagrario que tengo un filtro para absorber el calor, puede ser, el caso es que apenas me sofoco y apenas sudo. Yo no me quejaré ahora. Hay algunos que se quejan durante todo el año y yo ya lo haré cuando llegue el frío. Veréis como ahí si me pongo pesado. Lo odio.

miércoles, 15 de julio de 2009

El regreso

Igual que el sol, que nunca se apaga aunque se esconda, y nunca mejor puesta la metáfora ahora que Lorenzo pega de lo lindo, quiero regresar a mis costumbres diarias y volver a plasmar en un puñado de líneas las poco interesantes vivencias que me van ocurriendo.

Si dejé esto por un tiempo fue por una mezcla de hastío, falta de tiempo y querer aprovechar a tope las vacaciones de Sagrario. Ahora que, con el calor, regresan las ganas de refrescar la memoria, que el trabajo me va dejando pequeños momentos de libertad y que las vacaciones de mi niña, por desgracia, han tocado a su fin, toca seguir rellenando los renglones de mi vida.

No puedo contar mucho porque tampoco me ha pasado mucho. Entre todo, no puedo despedir este regreso sin felicitar a mis cuñados por su reciente enlace matrimonial. Fue una boda de tres días, como manda la tradición del pueblo, con víspera, bodorrio y reboda, esta más íntima pero no por ello menos interesante.

Quede esta foto de los novios colmados de confeti como muestra de mi recuerdo hacia ellos.

¡Enhorabuena chicos!...

... y ahora, a planchar :P