En la Edad Media las tabernas no tenían pomposos carteles ni terrazas a
la sombra. Su mejor manera para identificarse como tal, era la de
colocar un ramo de flores o una planta en la puerta. Aquello indicaba
que el lugar no era ningún aposento particular y que, por lo tanto, allí
podía hacerse uso, previo pago, de los servicios gastronómicos que se
ofrecieran. Como quiérase que las mujeres que vendían su cuerpo a cambio
de monedas estaban mal vistas, estas, al igual que los taberneros,
colocaban en la puerta de sus casas un ramo de flores. Aquel símbolo
invitaba a los hombres a entrar y, previo pago por los servicios a
prestar, podían gozar de los placeres de la carne con la dueña del
hogar. A partir de entonces, para omitir en el vocabulario la palabra
"puta",el populacho comenzó a llamar a estas mujeres "rameras", puesto
que su idenficiación era un ramo de flores en la puerta de su casa. De
esta forma, la aceptación del vocablo se ha ido utilizando hasta
nuestros días y el diccionario de la RAE lo califica como "Mujer cuyo oficio es la relación carnal con hombres".
Conformismo
Hace 1 día
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